Confundido con la hora...entre las 20:48 y las 19:48...¿la verdad? yo quiero que sean las 20:48, "falta para las nueve", dirías tú. Me gusta cuando dices así, es tan atípico, tan tuyo...es tan atípico como una mujer como tú...

Diosa mía, tengo una historia que contarte.

Dos y un minuto, la tarde se alzaba juvenil y altanera, el sol corría lejos en el universo, mas en la lejanía de mi pequeñez se veía cansado y perverso. Yo buscaba un haz de sombra y brisa que me recoradara un beso en los labios, el que fuera, nada en particular...me acerqué a la prosapia malentendida de tu calle, un carro colonial, un viejo jorobado y pordiosero que me saluda buscando algo de atención, me pregunta por ti, "no sé", le respondo y al voltear remato con un "¿qué te importa?". Regresé luego de mi pequeño arranque de agresividad. Miré hacia el balcón y cerré los ojos, me saludabas con una sonrisa albina y sincera, tus labios dibujaban amores bañados de gloria, "te amo" dije con más voz de alarido que susurro nocturno. Abrí los ojos, el viejo jorobado me miraba con cara de desconcierto. Un gesto poco amigable y a seguir caminando.

San Martín, ruidosa...las bestias grises y azules rugían sin contemplación de nada, en ellas pequeños seres dormían antes de sus hégiras impetuosas, portaban alforjas cargadas de anhelos, algunos, al despertar de sus somnolencias particulares me miraban con ojos de sobrecogedora inexpresividad. "Antes la Ángel se paraba solita allá donde ahora hay unas cintas que dicen PELIGRO". Sin quererlo me vi en el Terminal de Puerto Montt, esperando a el comienzo de mi viaje de vientidós horas a mi tierra natal. Me vi solo, resignado a tu ausencia, a la soledad.

Camino agotado, las almas habían abandonado Concepción casi por completo, momento perfecto para recorrer un par de cafés, si tan sólo hubieses estado allí, hubiésemos tenido tiempo para buscar el "Cafecito", caminar de la mano y conversar de lo que fuera...

La noche...en fin, vestida de luciérnagas amarillas y verdes, y violetas y blancas me llama a contemplar tus labios. Los soñadores, célibes entregados y silentes del desconsuelo, ¿qué buscan en el cielo los hijos de las estrellas? Heme aquí, superior y bendito, divinizado por tu aliento de mieles y delicias, heme aquí, magnífico de besos tuyos.

Pero...¿dónde estás?, ¿en qué tierra ignota se vierte la dulzura de tu vientre níveo?

Amor, amor mío, te amo...simplemente Te Amo.

Mi sueño es hacer tus sueños realidad...

MARÍA DE LOS ÁNGELES


Noche, una y veintiséis de la madrugada, me dan vuelta las imágenes de Bugs Bunny que, sin duda, evocan "Las Bodas de Fígaro". Fotos, las de nuestros viajes, tu sonrisa aquí, tu sonrisa allá, en Calbuco, Puerto Montt, Castro, Achao, Dalcahue, quizás donde más...¡en Lota!, en ese parque magnífico camino del cual me dabas el título de "Turista".

La camisa negra sigue allí con sus botones pulcramente abrochados...triste, antes me agradaba, ahora, tan ceñida a mí, la odio. Tengo frío...tengo sed de tus labios, hambre de tu risa, la noche se vuelve la apremiante extensión de tus dedos en medio de la pequeñeces que me hacen llorar como un niño...te necesito, sea como sea, te necesito aquí. La vida no es justa, ni aquí ni en las lejanas tierras de Oriente...yo me quejo aún teniendo la seguridad de que, antes de querer tomar el tren hacia los sueños que aspiro te traigan a mi lado, me llamarás llena de ternuras y amores desbocados.

Mírame María de los Ángeles, ¿me reconoces?...sí, soy yo, tu dulce amor, tu alegría, lleno de desdicha y de anhelos...heme aquí, lleno de lunas que me besan devotas y entregadas, impasible, las hago cruzar ese umbral opaco y desaliñado, las glorias de los cielos no me bastan, sólo tu primorosa versión del paraíso...nada me basta, sólo tú.

¿En qué estrato incomprensible se baña tu pensamiento?, ¿en qué mar de azures irreales tu cuerpo busca el abrazo de mis dedos alocados, la humedad de mis besos conquistadores?...heme aquí, postrado de ánimos incipientes y líneas descolgadas del metódico sable de los armoriales. La expresión de tus labios, tu locura desbordada de amores, tu frente, magnético lienzo de jaspe victorioso y martirizado, todo...cada recuerdo, cada momento, cada palabra y cada objeto tiene tu aroma dulcemente inevitable, tu realeza blanquecina, tus campos de oro, tu irrepetible voz que desgaja mi voluntad como una niña que muerde una fresa madura...

Míralas, míralas serpentear torpes como la brisa que no llega a tu rostro, míralas galopando con paso jamelgo y flaco...¡no podría el cielo mismo soportarlas luego de ver tu andar quieto por tus viñedos dormidos y exuberantes! Y así el cielo se viste cada noche y cada noche he de quitar las miradas que tantos crepúsculos de soledad me hicieron jurar a la desesperación.

Mírame María Ángel, esencia de la dulzura, mírame y devuelve a mis ojos la alegría de los tuyos surcando imposibles para amarme...mírame violenta belleza, mírame caer a la vera perfumada de tu espalda entregada a mis amores y dame la vida en un temblor deseoso de tu aliento...

Dime que me amas, no calles, dímelo en medio de la furia de tus dedos arrogantes e imperiosos, dímelo en la ternura rúbrica de un beso agitado. Dime que me amas, con la voz dormida y el corazón impetuoso...

Heme aquí, amándote...a tu lado, a tu voluntad...



Te Amo Dulce María Ángel, Te Amo con toda la fuerza de mi corazón...
Gracias a todos quienes te aprecian de alguna u otra forma, gracias porque te demuestran ese cariño que sé que mereces...

Ángel, te admiro mucho, eres una gran mujer y obvio Feliz Cumpleaños y que Dios te bendiga éste y todos los días de tu vida...


María Ángel:

Sabes que no soy muy bueno con la palabra instantánea, con la expresión oral o como se llame, por eso me valgo de http://bihotzkoa.blogspot.com/ para expresarte lo que siento.

Las cotizaciones del fondo previsional A han perdido más de un 25% de su rentabilidad desde Enero hasta la fecha, alarmante, esa es la verdad, tanto como el hecho de que aseguraría que oí a Iván Torres diciendo que no llovería y ya sabes como llegué a mi casa, ¡¡el hombre del tiempo mi amor!!, no puedo creer que se equivocó...malas noticias, habían dos toallas afuera, las mías, olvidé que estaban allí, tampoco se me hubiese ocurrido que llovería con tanta vehemencia, mientras todas esas cosas ocurrieron y sigue ocurriendo yo he tenido sólo una cosa en mente y en corazón (creo que he acuñado una expresión a nuestra lengua), que te amo.

Muero de ganas de verte, tanto que veo como una posibilidad muy viable el hecho de dormir para no sentir el dolor que significa perder la vida...me da curiosidad lo del tunel, pero creo que la muerte más digna será la de expirar en sueño...

Antes de eso me dedicaré a pensar en los alcances del amor...ya conoces muchos de ellos. Fuera apatía, el mundo es el hogar de la mujer que amo, el universo el cielo raso de tus sueños...

Amor, muero de tuto, dicen que no lloverá mañana, será un buen tour por el monitor...(¿me creerás que sufrí cerca de media hora porque tenía una confusión de una hora entre el reloj del pc y el del celular?).

¡Amo tu voz! (acabas de llamarme), es mejor ir en la tarde amor, podré llegar sequito, mi simiesca apariencia en terminos de vellocidad hace complicado el poceso de secado luego del baño...

Cuídate, si lo haces me cuidas a mí, eres lo más importante que hay en mi vida...

Te amo mi amor...

Ansioso por nuestro viaje...


TE AMO MARÍA DE LOS ÁNGELES, ERES MI VIDA, ERES TODO LO QUE AMO, ERES LA PERSONITA MÁS HERMOSA QUE EXISTE...YO TE CUIDARÉ, TE HARÉ FELIZ, TÚ YA LO HACES....

GRACIAS POR EXISTIR, GRACIAS POR SER COMO ERES...

Pipo

Solo


Sí, solo...dulcemente solo...

Afuera bailan maravillas, aroma a limonero, brisa fresca, sol...nubosidad parcial variando a despejado diría Iván Torres. Afuera danzan maravillas, el pulcro reflejo del sol en la ventana de Francisco me recuerda que las blanquecinas motas de algodón que galopan por el lienzo celestino pueden ser el presagio vivo de la indescriptible sensación de descubrirse...descubrirse solo.

Sí, solo...¿dulcemente?, no...sólo solo.

¡Cortinas a mí!, damasco, sí, diría damasco, pero más por instinto que por certeza de que su color sea el de aquel delicioso fruto. Fuera sol, fuera reflejos, y justo cuando las motitas vapóreas e indecisas han vuelto a ordenar su marcha y la han alejado del astro rey. Un tanto lúgubre, poca luz, mucho damasco, las semillas de girasol me seducen con miradas de salobreña integralidad. Quiero oír tu voz deliciosa, quizás huir de mi nívea y áspera celda para correr como celaje presuroso y descolorido, así como soy yo, ni más ni menos, sólo acompañado de la apremiante necesidad de besar tus labios pequeños.

Sí, solo...

¿Me creerías si te dijera que ya tengo todo desordenado de nuevo? Botellas, una por acá, otra por allá...ropa, mucha, pero poco funcional, el pareo sicodélico me saluda un tanto arrugado, haciendo brillar versiones simplificadas de Saturno y Alfa Centauro. Se ve cómodo, suave amigable...pero no amante.

Amante mía, te necesito, ya no estoy sólo solo, sino desesperadamente solo.

Treinta y cuatro mensajeros de aire, cada uno con una palabra almibarada en una alforja de papel, furtivos e impetuosos atravesaron mi pecho con ligereza alada, yo los busco, céfiros hermenéuticos, portan el mensaje que saciará mi pecho, lo presiento...

Sigo aquí, amor mío, sigo aquí y quiero oírte despojando de ternuras cada palabra que pronuncie, rasgando mi pecho para beber el zumo embriagante de mi amor. Yo te amo, Ángel del cielo, yo te amo hasta el silencio y la contemplación...

La tarde ha decidido ocultarse de la impetuosa necesidad mía por buscar retratarla sin omitir sus jugadas e intenciones...

Te Amo, no lo dudes, no lo olvides...Te Amo María de los Ángeles...

Divina y perpetua, suave y bendita, como suave es el aire imperceptible de la noche, como bendita la trinidad de tu cuerpo oscilante, el mío y la noche. Dime el secreto de tu inexplicable maravilla, de tu aliento descolgado de mis sueños. Cada bocanada de tu piel se vuelve austera y sencilla sobre mi pecho y quiero beberte como bebería la sedienta noche a la luna llena, recorrer la virtuosa magnitud de tu voz dormida en la incertidumbre de la penumbra nocturna.

Desvelada, trazo tentativo de la locura, caricia y aliento, dicen que no hubo antes en tu corazón latir tan intenso, violencia tal, sentimiento tan magnífico, y yo, y yo soy como el fino sudor que nació de tu piel aquella noche del primer beso.

Dime dónde se esconde la verdad de tu interminable gloria, la razón de tu victorioso destierro del paraíso donde las lenguas de fuego desgajan el silencio y lo avientan sobre los mares moribundos.

Quise morder tus labios, saciar mi sed enamorada en tus caricias impetuosas y vertedoras, sin mediar el destino besé tus labios, temeroso, ¿dónde ocultaste el valor de mi sangre aquella noche?, ¿en mi locura atormentada, en mi corazón que no oía más que imperiosos cantos de amor? Dime dónde nació tu sonrisa y no haré más que amarla como hasta ahora la he amado, dime en qué senda recibió tu cuerpo la razón de su dulura y no haré más que cantarla como sin saberlo lo he hecho, porque tuya es la esencia innata de mi nueva poesía, porque te amo como la brisa que huye antes de la tormenta, como ama tu quietud al silencio que precede al amanecer.

Los céfiros han huido hacia los valles, custodian la leyenda de tu cuerpo desnudo en la vorágine de una noche de tormenta resonante, huyen fuera de la realidad con el secreto de la belleza a cuestas, huyen inmateriales y vivos, destronados del misterio, más allá de las cordilleras como altares de impertérrito vigor, aún luego de las llagas hídricas que hizo yacer la leche derramada de las galaxias por siglos de siglos, por soles de soles, por vidas de vidas. En ella la historia de los viñedos desbaratados que cogieron sus dedos altos sobre el lienzo absoluto de la aparente nada, en ella las gestas de sus piernas firmes y juveniles, en ella el silencio de su vientre ante las hordas enajenadas de la vida, en ella el amanecer de su corazón magnífico y poderoso, en ella el secreto de su desvelo.

Las dríadas del cielo han guardado en ánforas de plata y azur la esencia de su llanto, de sus tristezas y de la soledad que besaba las llagas del sinsabor. Las dríadas, violentas guardianas de las uvas y sus sumos embriagantes, han ocultado cada lágrima de su ayer, han macerado los frutos, uno tras otro y uno tras otro en diferentes vasijas y la hicieron beber mientras dormía. Así, sabores y néctares, sumos y elixires danzaron en sus labios pequeños y blandos como los mismos frutos maduros que sirvieron su unción, así la dulzura se untó eternamente sobre sus labios.

Angelito Te Amo...
Muerto, feliz cumpleaños, Te Amo muchísimo, la tía Angelito también te envía saludos =)


He llegado al fin
tiempo en el timepo,
agua en el agua,
tierra y valle frío
aroma a pan caliente,
hombre sobre lomo de caballo
sonrisas y abrazos
- ¿Cómo estás?
- Bien, gracias
- Estás más flaco
- ¿Sí?
- ¿Pasaste hambre?
- No.
- ¿Estás enamorado?
- Sí - mientras me asalta una sonrisa-
- ¡Eso si te lo creo!

Tango, la sonrisa de mi madre,
orgullosa de tanto esperar
- ¿Cómo se llama?
- María de los Angles
- Que lindo nombre

La estufa me abraza con calor vacío
mezcla inconfundible
ñire lenga y conquista
¿y el amor de tus brazos?
silencio, no oigo tu voz,
no huelo tu aroma,
no oigo tu voz,
no siento tus caricias.

La cordillera está celosa,
el río Simpson, la casa de don Hugo,
el arollo sin nombre, la yerbabuena,
silecio, no oigo tu risa
golepando el portal de la eternidad,
¿ Es que mi amor primordial
teme perderme?
¿o es que intenta encadenar
el influjo de mi pequeña poesía?

Cuando vuelva a ti,
cuando se cierna lo definitivo,
las líneas ebrias del pasar humano
llorarán mi partida,
de las heridas sangrarán himnos,
orgullos y banderas,
del cielo heladas maravillas,
porque te amo y te amaré
como ama el croazón
de mi patria desconocida,
¡Patagonias libre!
¿Por qué sufres llagas tan antigua?


Amor, si vieras la pampa magnifica,
las tropillas y las columnas polvorientas,
si olieras la frescura de la lluvia,
si te abrazara la poderoza tormenta,
si tocaras la piedra fría y desnuda,
si contemplaras el vigor metálico
de las magnificas aves
que beben la sanger negra de la tierra,
amor de mi amor,
si vieras a mi hermano
moviendo sobre bestia rugiente
el pan anochecido de su mesa.

Ven, toma mi mano,
beberemos aguas de los saltos furiosos,
dormiremos sobre el manto más bello,
surcaremos la selva del puma,
los lagos virgenes que parió el ventisquero,
ven, toma mi mano,
lameremos las heridas del coigüe y el nirre
que dejó el fuego poderoso del colono,
beberemos la sangre del aonikenk,
el legado austero que huyó del genocida.

Ven, toma mi mano corazón de mi corazón,
dormiremos en los valles que bañó la voz,
que despejaron los soplidos del acordeón
y los acordes de la guitarra,
dormiremos bajo la ardiente escarcha,
allí, en el corazón de la más salvaje belleza.


Ven, amaremos enloquecidos
los vientres de mi tierra sin final,
la amaremos sollozando
antes del viaje y la fuga,
antes de amarnos eternamente
lejos de su magnífica belleza,
lejos de su magnífica belleza.

Dicen que para cada persona existe un Ángel de la guarda, lo complicado es que, producto del acelerado crecimiento de la población a nivel mundial y la ausencia de nuevos Santos, aquellos dulces enviados del cielo se ven un tanto superados, por lo que Dios (alias "El Pulento") decidió asignar más de una persona a cada Ángel.

Allí estaba yo, caminando hacia la Universidad cuando apareció directamente desde el cielo (ella cree que no lo noté) una bella Angelito, me saludó con voz de miel, con una sonrisa que hasta hoy mantiene, tenía alas blancas como nada en el mundo, ojos expresivos, labios pequeños e intensos. Se presentó a mí de la siguiente forma: "Hola soy tu Ángel de la guarda, asesora espiritual, amiga y confidente según el artículo 9 de la Declaración Universal de Derechos Celestiales, sin dedicación exclusiva y con derecho a tantas conversaciones diarias como lo permita el horario de primer año para la carrera de Antropología que imparte la Universidad de Concepción Campus Concepción". Maravillado besé su mejilla, mi triste figura tenía ahora su compañía.

Día tras día, mes tras mes aprendí a apoyarme en ella, a buscar en su mirada la solución al individualismo del mundo exterior.

Vida tras vida pasaron frente a mí, tiempos y tiempos, pero ella seguía allí, a veces mía, a veces lejana, siempre con una sonrisa para mí, siempre con una alegría donde sólo veia la desolación de mi innegable pesimismo. Ella, de Ángel a amiga, de amiga a mi amor.

Todo en su corazón son maravillas, cada instante es alegría, cada gesto de su cuerpo es amor puro y entero, tanto que no puede la palabra del hombre conjugar la dulzura de su aliento.

Seremos felices, lo sé, ya lo somos, seremos eternos, lo sé, ya lo somos...

Te Amo dulcita...

Hacen fríos, de diferentes tipos, todos por una razón diferente y todas ellas con una sola razón. Cuando has fumado belmont toda tu vida y 10 cigarrillos de diferentes cajetillas te parecen extremadamente extraños quiere decir que aquellos alargados tubitos rellenos de tabaco no son los que están fallando.

Algo que brille, necesito algo que brille, papel de aluminio, un holograma de autenticidad, como los de las entradas de los conciertos o los tragos importados. Vicioso endeble, en el dolor poco afronto, más me vale una herida en el pecho que la alegría de saber que sin mediar lo que haga el destino me seguirá llevando a la desazón de mi sangre. Destinado estoy a pagar por los pecados de las mujeres de mi familia.

Mi bastón me mira brillante desde un rincón de la pieza, se ve glorioso, como siempre, aún no sabe que la goma del pie se ha desgastado producto del excesivo peso que le aplico cada vez que salgo acompañado de su agradabloe presencia y estilo. Me gustaría que tantos me vieran con él, para que me pregunten si me pasó algo y con rostro de desidia contestar "sí, se me calló una piedra gigante desde el cielo y me fracturó la pierna, quedé con secuelas irreparables". Quizás de no ser por la parte de la piedra gigante mi historia sería verosímil, en fin, siempre mi aburridísima humorada termina en una reacción de desconcierto. Tengo ganas de salir a caminar como antes, cuando el mundo me pertenecía, cuando todos y todo existía en función de mi percepción, ahora soy yo la pequeña creatura invisible y destronada de la gloria. Ahora el mundo es autómata, no depende de mi alegría para girar rápido o lento.

Tengo ganas de volver a esa vida de poder, ese poder con aroma dulce y figura poderosa. Quisiera volver a ella, no porque sea lo mejor, sino porque no era tan horrible como la que llevo desde hace un par de días.

Alegría, si no la dejo entrar en mi vida no volverá a mí, se aburrirá de mis lágrimas y me verá como lo que no soy.

Mañana Malta con Huevo, mañana sí que sí. Mañana sólo sonrisas, soy feliz cuando estás en mí y siempre lo estarás, soy feliz cuando estás en mí, Nunca Será Diferente.

Redireccionando...espera, más espera..."la discografía está bajando bien, no puedo pausarla". Espera..."¿y si la pauso?", "no, no es necesario, la inspiración no se irá así como así". "¿Tres punto setenta y dos gigabites en siete horas?, esto es una maravilla". Como de costumbre sentado frente al computador cuando la noche cumple tiernas dos horas. Amo la bohemia, es mi ambiente natural, sea la sana o la insana. Dicen que luego de ella aparece la decadencia, pero para mí la decadencia es la sola idea de imaginar mi vida sin su éxtasis de estrellas.

Sueño lejano, pero que está en mis manos. La sola idea de haberle ganado a ese destino vertiginoso e inevitable que persigue a los de mi especie me ha llevado a la convicción de que la utopía dejó de ser una opción. ¿Exceso de confianza?, puede ser, no será la primera vez, tampoco la última.

Tengo la sucia impresión de que esa vieja botella vacía de tequila intenta seducirme, esperaré la angustia que se aparejan estos momentos. Malta con huevo, que bien me vendría, la receta perfecta:

Ingredientes:

-Un litro de malta.
-Dos huevos.
-Cinco cucharadas de azúcar.

Preparación:

En una licuadora agregue los huevos, el azúcar y la malta, ésta debe ser agregada lentamente, ya que al contacto con el azúcar reacciona formando abundante espuma. Licúe los ingredientes por 30 segundos. Notará que la mayor parte de la mezcla es espuma, por lo que se recomienda dejarla en el refrigerador mientras ésta baje.


El tiempo no se detendría más, evocaría ese dulce pasado mientras el mundo gira rápidamente. Me gusta pensar que esas flores violetas siguen poblando el basto campo que precede al árbol de nuestro encuentro.

Música, intensamente destrozada por su inalienable propiedad de cambiar los estados de ánimo. Me pregunto si leerás lo que escribo, si aún te interesa saber lo que pienso, lo que expreso, lo que grita mi corazón en este momento de soledad absoluta.

¿A un bar a llorar las penas?, tal vez mañana, hoy no queda más que buscar en los sueños los instantes que he perdido.

Panic Show



Siendo ya aquel que ha perdido todo.


Soy la sombra que deja detrás una lámpara, el hambre que golpea al hambriento, el miedo del extraviado, la soledad y el décimo suspiro del despecho.

Codicia, ¿dónde muere la sed de poder?, lujuria, ¿dónde muere el deseo de deseo? Yo lo sé, secreto, más furioso y desesperado que el de la piel primeriza, que el del útero primordial de la peste y la vida. Ansiosa, duermes ansiosa, con la vigilia recorriendo tu espalda. Secular, ¡más que mi amor y mi destino!, y descarnada hiciste de mi consciencia una maraña de destierros inmemoriales, me condenaste como se condena al asesino de los sueños. Sí, bendita eres, bendita en el reino de Dios, pero de él soy el destierro y la desvirtud.

¿Ves mis alas?

Sigue en adelante el cielo, la versión resumida y sin derechos de autor que riega de sangre mi despertar y pone final a mi vuelo.

-Condenado, condenado por fin...¿no era lo que esperabas?-dijo él-.
-Cállate puritano.
-¿Quién estaba antes de mí?
-Cállate puritano de mierda-respondí sin paciencia-.
-¿Sabes quién te creo, quién creó el principio y el fin?
-¿Sabes quién me creo?-le pregunté con la voz apresada por su garra que me ahorcaba-.
-¿Lo dudas?-dijo con el rostro lleno de soberbia-.
-¡Viejo patético!, ¿me necesitas para existir?

Silencio, el alma del Padre caía en la negación de su sucia bajeza.

-Soy tan eterno como tú, tan poderoso como tú-dije-.

Silencio, el alma del Hijo se sumía en la desazón de la aceptación.

-Me condenaste por amarla más que a ti.

Silencio, el Espíritu Santo veía sus lagrimas rodar por sobre el vientre de la existencia.

-Tu codicia me da asco.

Silencio, la Santa Trinidad se aprestaba a mi ejecución.

Sus garras volvieron a silenciar mi voz, ésta vez sin piedad. "¿Por qué callas?", decía mientras su rostro desfiguraba una sonrisa de posesión. "¡Por qué callas!". Yo lo miraba fíjamente, con los ojos teñidos de ira, al contacto me soltó.

-¿Era necesario que me ataras Padre Celestial?
-El demonio es traicionero-respondió-.
-¿A qué le temes?
-¡Cállate!-mientras me golpeaba en la cara-.
-Mi otra mejilla, Padre-le dije mientras volteaba la cara-.
-¡Silencio!
-Córtame la lengua.
-¡Cállate!-gritó una vez más-.
-¡Córtame la lengua!-exigí-.

Volvió a tomar mi cuello con fuerza, ésta vez con la intención cierta de matarme. El Hijo me miraba sonriendo, extrañamente calmado. Mi energía vital se agotaba lentamente, mi rostro ebullía de desesperación, mi visión se tornó borrosa. El Hijo abandonó la paz y comenzó a golpearme, bebía mi sangre poderosa y reía a carcajadas.

Hoy estoy aquí, contando esta historia. No sé qué pasó después. Dos son mis teorías; El Padre me necesita o el alma del ser humano me hizo renacer, como cada vez que amas u odias, como cada vez que besas con ternura o deseo, como cada vez que tu corazón late más fuerte por alguien que no es él.

Hoy he destruido el mundo para mañana recontruirlo frente a tus ojos, más bello y aromático..

Agua: ¿Derecho o bien?

La problemática de la accesibilidad al agua potable es un tema que se ha mantenido en cierto abandono desde el año 1978 en adelante, cuando luego de las críticas a La Declaración de Alma Ata sobre Atención Primaria de Salud, se oyeron las primeras voces expertas que criticaban el bajo nivel de relevancia que se daba a éste tema por parte de la OMS. Es ahora, luego de 30 años, que esta verdadera barrera hacia el desarrollo humano se ha transformado en contingencia mundial.

Según la Organización Mundial de la Salud, 1.100 millones de personas carecen de acceso a cualquier fuente de agua potable y que aún cumpliendo la meta 10, del objetivo 7 de la OMS, propuesta para el año 2015, de lograr un 88,5% de cobertura mundial, 800 millones personas no habrán alcanzado aún tener una fuente fiable de agua para consumo y mucho menos para el saneamiento e higiene de sus espacios vitales.

El agua ha dejado de ser un derecho y se ha transformado en un bien transable en el mercado. La privatización de diferentes recursos ha llegado al extremo de hacer inaccesible para muchos éste vital elemento. El lucro a partir de los recursos naturales no ha dado tregua a naciones en vías de desarrollo que ven en la privatización una salida a las malas políticas públicas heredadas de la intervención de los modelos que pugnaban en la Guerra Fría, a las desgastadas arcas fiscales y a la presión internacional tendiente a la unificación de criterios comerciales. Lo vorágine neoliberal no respeta los tratados que sus mismos perpetradores firmaron solemnemente frente a la humanidad. El artículo 25 de La Declaración Universal de los Derechos Humanos busca garantizar que cada persona tenga un nivel de vida adecuado que le asegure bienestar familiar, de vivienda y sanitario. Lo que no se condice en lo absoluto con las cifras que entrega la OMS en el marco del objetivo 7, meta 10 especificada en el párrafo anterior.

Según Maude Barlow, referente mundial en el tema, América Latina es el continente con mayor índice per cápita de accesibilidad a afluentes de agua dulce viablemente ubicados, en total cerca de un 20% del agua potencialmente potable del mundo, pero la población accede sólo a un 1% de ella. Esto ha llevado a que dentro de grandes centros urbanos, capitales nacionales y más aún en zonas rurales el abastecimiento de agua no sea un bien común, sino un producto exclusivo. La privatización del agua ha llevado a la población a pagar precios cada vez más altos por su dignidad. Las exigencias de los grupos activistas y de las masas conscientes han sido reprimidas violentamente por los Estados que ven en los miserables tributos del privado un bien mayor que el bienestar y dignidad de la población.

El sentido del capital que aplican las grandes transnacionales al agua como recurso transable no tiene que ver sólo con los servicios básicos que conlleva el abastecimiento y tratamiento de las aguas, sino también con una invasión de territorios, exclusión de afluentes, transformación y destrucción del entorno natural, verbigracia, la obtención a bajo costo de biorregiones que podrían ser potenciales productoras de electricidad o de agua potable, a través de la contaminación de afluentes por parte de las empresas mineras, madereras, papeleras, etcétera, también a través del embotellamiento del recurso, bajo la premisa de “transformar agua en agua”, que cuesta al consumidor promedio en América Latina entre mil y 10 mil veces el costo de producción.


En Chile la situación no es muy diferente a la que se da en la generalidad de nuestro continente. Según la Pauta de Análisis para Proyectos de Alcantarillado y Tratamiento de Aguas Servidas para Sectores Rurales publicada por el Ministerio de Planificación, vigente para los años 2008 y 2009, se estima que el costo de recolección y tratamiento de aguas servidas en un índice de Disposición a Pagar (DAP) es de $88.486 por familia al año. Esto aplicado a sectores con subsidio estatal de entre un 30% a un 80% en relación al DAP. La realidad es que según cifras arrojadas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) en 2006, las redes de alcantarillado cubren las necesidades de apenas el 5% de la población rural. La explicación parece ser evidente, pero a la vez es una verdad que las autoridades se niegan a reconocer. Los costos de las mejoras necesarias tienen una relación costo-beneficio muy por debajo de las expectativas de los privados. Según el informe realizado por la empresa sanitaria Aguas Patagonias S.A, los costos explicitados en el cronograma de obras para la instalación y operación del servicio en la ciudad de Balmaceda (XI Región), ascendía a cerca de los $580.000.000 para el año 2006, mientras que los montos de inversión pasaban a ser casi nulos luego de la etapa de puesta en marcha del servicio, llegando a una estimación de gastos operativos que ascenderían a aproximadamente $1.500.000 para el año 2010. Lo que hace de éste un caso ejemplar es el hecho de que del total de la inversión inicial, hecha el año 2006 y especificada anteriormente, el Estado absorbió un 50%. Aún cuando la inversión de los privados fue baja, sus costos operativos menores y las proyecciones los hacen decaer aún más, es un hecho objetivo que el valor del agua no ha descendido en la ciudad de Balmaceda.

El agua es un derecho privatizado, un bien de consumo, una materia prima más, pero tiene la particularidad de no necesitar un proceso industrial complejo para transformarse en algo indispensable. El sentido privatizador, pro neoliberal de los gobiernos en Latino América en general, se ha transformado en el mayor aliado de aquellos que intentan lucrar con lo indispensable. No bastó la comercialización de la educación, la salud y de nuestras riquezas naturales, al parecer también fue necesario hacerlo con el agua para perpetrar los vicios del sistema neoliberal.

La Vida


La vida está desnuda frente a mí, hija del silencio y el caos de la existencia misma. Desnuda, tan dulce y deseosa, colmada de lujurias innombrables. Frente llana, inexpresiva. Bendita sea; rezan los impíos, ¿por qué?, ¿por qué si sus labios de fuente desgarrada asolan de sed la imagen viva de la gloria? Desnuda, dulce deseo, pechos juveniles y poderosos, brazos lánguidos y gráciles como lazos blancos que invitan a la contemplacion de su centro vital, su cintura transitoria sabe a prohibido. Vientre llano, fértil y dispuesto al amor, pubis poblado, azabache y noche rasgada. Muslos como mármol esculpido por los Dioses, pies pequeños y femeninos. Gloriosa, amante, mía.

La vida está desnuda frente a mí, como desnuda su conciencia. Los elementos besan su cuello, sus pechos indescriptibles, su vientre y su íntima viveza. ¿Por qué reza agitada a la genocida voz del creador?, acaso el morbo de mis ojos conquistadores, de mis labios que la besan a la distancia, de mi cuerpo que despierta y desea. Acaso la dicha de su voz perdida entre tenues gemidos de soledad. Dulces elementos, bendito sea el sabor que ha impregnado su cuerpo en las esencias. Vida ajena, lacaya incesante de la creación, estúpida incansable, ¿no buscas seducirme una vez más?

La noche acaba de alzarse plena, yo la miro despiadado, ¿de qué sirve tu majestuosa gloria si huirás luego del sol? Vida, desnuda y perdida en el éxtasis del placer corporal, yo la miro despiadado, con los ojos bañados de ira, con el corazón acelerado, con mis labios en los suyos. ¿Por qué me besas, por qué me desnudas ahora?, ¿por qué cuando tu cuerpo yace saciado de lujurias y caprichos carnales? Pecadora, no arranques de mí el patrón exacto, la llave maestra a mi plena decadencia.

Sucia hipócrita, valor de las masas inanimadas, tesoro supremo de los despreciados, digna servidora de la voz de la muerte. Santa, sagrada mentira.

La vida está desnuda frente a mí, desecha. Sus poros alzados me recuerdan el invierno, su vientre el rechazo, su intimidad el instinto. Viajo fuera de mí, asolando sueños, el viento silva como un niño exasperante en una noche de desvelo. Mujer indefensa, ¿es tuya la afrenta del invierno ventoso? Ahora imploras mi abrazo cálido, cuando tu desnudez desfallece en la inclemente escarcha.

Vida, eres frágil frente a mí, eres como un pétalo desterrado en la montaña, eres lo que eres, nada más que la vitalidad de mi ser, a mi merced y voluntad.

(Inspirado en una mujer desnuda y sin nombre).

Amor


Silencio, silencio grato y desnudo, un par de risas en medio de un mar de alegrías. Día voluptuoso, colmado de sensaciones y visiones enamoradas. Leve llovizna, de esa que baña dulcemente el rostro, que besa los labios de quien se dedique a amarla. ¡Néctar!, ¡amor irrepetible!...¡mi néctar irrepetible! Has trascendido los valles lluviosos para golpearme amante y despojada de materialidad. Viva, gloriosa ninfa enamorada, ¿qué poeta canta tu figura crepuscular y tus labios de fruto maduro?

Amor imperioso y navegante, duermes a mi lado con aire delicioso, con el rostro inexpresivo de la bajamar. Te amo, como ama el amanecer a la gloria del alumbramiento estelar.

Viñedos carnosos, uvas de néctar embriagante, vida, éxtasis seductor, ¡oh, dulce amalgama!, ¿qué Dios perfeccionista trazó tus gestos inocentes y virtuosos?

(Susurro)

Silencio, el océano ha callado al oir tu respiración de mieles vaporosas...bésame dulce brisa de otoño, bésame y no me dejes jamás, porque luego de huir de la vida la he encontrado a tu lado, en tu presencia poderosa y dulce a la vez. Bésame, el mar ha callado al oir el latir de nuestros corazones unísonos y desterrados. Bésame, mujer conjugada y entera, bésame vestida de ternura y soledad.

Toma mi mano vida mía, ven a caminar conmigo por los vastos campos de nuestro reino secular y violento.

Dulce mía, ¿oyes mi corazón?

Sabes lo que siento...

Felipe.



¿Oyes lo que dice mi corazón?

Sabiamos que tener un reino no sería fácil, pero estamos juntos.

¿Oyes lo que dice mi corazón?, ¿oyes sus palabras de dulzura y vigorosa tentación?

Sabiamos que en el cielo no todo son estrellas, que desde la gruesa lluvia nacen pequeños destinos de dolor y cansancio. Pero ya ves que allí donde calla tu corazón y tu aliento nace un haz de sueños míos para besar tus labios de néctar irrepetible.

Sabíamos que no sería fácil poseer tan vastos sueños, tantos besos y caricias en los límites de una fortaleza de silencio ignoto. Pero ya ves que mi pecho cobija tus sueños y mis labios bendicen tu frente llana y despojada de quietud.

Mírame a los ojos y dime que jamás cruzarás ese horizonte que te ata a mí, mírame y no calles el caudal imperioso de tu corazón eterno. Y es que es tan dulce la vida cuando liberas el almíbar impetuoso de tus labios amantes.

¿Oyes lo que dice mi corazón?

Tómame, toma mi aliento y el latir de mi corazón, mi aire y mi vida entera, tómame sin miedos. Viva, tan férrea y desolada, ¿por qué no tomas mi mano y me llevas a tus campos oscuros? ¿No debería conocerlos yo también? Mi sueño no omite los momentos tristes. Quiero ser el centinela de tus sueños, aquel que te protege sin medidas, sin vida y sin destino.

Toma de mí lo que quieras, sea mi corazón o mi voz.

¿Oyes lo que dice mi corazón?

No te dejaré, siempre estaré a tu lado, es mi destino y mi vocación, es mi destino y mi amor.

Fuerza, mucha fuerza...estoy a tu lado, nunca será diferente.

Sigue el silencio de los sabores, revoloteando por el aire con la voz encerrada en tu piel. Vives, como viven las hojas en la gloria de la penumbra y la niebla.

Amo mi sombra en la noche de la ciudad, esbelta extensión de mi cuerpo cada vez más achatado, me hace lánguido , vivo y ágil como un céfiro juguetón que se deleita caprichoso con tu pelo. Allá, a lo lejos, en una altura imposible mi figura dibuja un desaliño finamente pensado en mis tiempos de vanidad. ¿Un aguardiente?, sí, para resistir el frío de tu ausencia sensata.

Amo mi sombra en la noche de la ciudad, amo la tuya, más pequeña, pero más gloriosa a mi lado, tomada de la mano con mi paso lento y encorvado. Amo tu pelo azuzado por la brisa, el vapor de tu aliento elevándose temeroso hacia las estrellas. Allí, en el centro de nuestro universo la estrella que llevará tu nombre celeste y vagabundo.

Cambiaría un beso de tus labios por el delito de acabar con tu vida, ya ves que la mía es un grano de arena, mas la tuya un océano de brisas tibias. Ya ves que mi libertad son tus labios y mi condena tu vida sin materia ni sustancia.

Esta y mil vidas, esta locura que se eleva como fumarola de rocío en la quietud de tu frente bendita.

¿Dónde muere la existencia y nace tu pureza de ninfa desterrada?

Sabores, aromas, texturas imposibles, soles y astros devastados, sueños, caricias y besos, despojos de enormidad, vidas, muertes, miles y mil más, extrañeza y realidad. Frío, destinos y blancuras. Todo eres, eres todo y la nada a la vez, infinitos de sal, fuente vital de néctares atemporales y vertiginosos.

Aquí, princesa de leyendas y gestas enamoradas, dejo las llaves de tu reino llano e interminable. Al Este las viñas de tus labios, sus racimos estelares, sus néctares embriagantes. Al norte un campo de soles cálidos, hijos vertebrales de tu voz almibarada. Al Oeste los manantiales de la pureza, las fuentes del rocío que ha besado tu piel eternizada. Al Sur, tu campo de poesías, el corazón de mi corazón enloquecido y tuyo.

Aquí mi silencio amante. Tuyo.

Cinco y veinte de la madrugada. Así es la inspiración...leo tu mente, sé que lo que sientes.

Felipe.

Selah


De nuevo aquí, sentado con mi cobertor azul que se transforma en uno de cuadritos azules y líneas rojas y...¿"beige"?, sí, puede ser; "beige es una palabra de origen francés que designa un color compuesto de ocre, blanco y siena, a medio camino entre el amarillo y el marrón". Bien, hace frio según yo, aunque a veces no se trata sólo del clima, lo sabes. Selah.

Suena el timbre, no abriré. Si no es para el arrendatario, que pase el que quiera, no me importa. Me fumé el último cigarro, he sido una maldita sanguijuela de los fondos de mi hermano mayor. Ahora, como si fuera poco, mi mal educado organismo me exige, más que cigarros, la inmadura escapatoria de la ebriedad. Mala suerte, si pudiera lo haría, alimentaría esa triste y romántica escena del enamorado perdido en la confusión de un quiebre rápido e inexplicable que destrozó su corazón. Higaion Selah.

Ahora entiendo de dónde vino el error. Versículos 26 y 27 del primer capítulo del Génesis:
"26Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."

¿No debió preguntarle primero al sabio Abraham señor? ¡O a nuestro sádico resurrector Elías!, por último él nos habría decapitado en tu nombre en el momento en que nos mandamos la primera cagadita, ahí cuando ni siquiera había aumentado la población inicial. ¿Ya ves lo que pasó después?, me tinca que los animales hubiesen vivido en paz y ahora mismo las imágenes del Amazonas que salen en el "Animal Planet" serían una triste representación del Averno.

Ya veo a qué viene mi condena. Existo. Higaion Selah.

Te quiero conmigo, dame una razón. Dios mío ¿por qué me haces sufrir?...¿por cuestionar tus errores? ¡Todo es en un tono positivo!

Una atalaya de fuego, el susurro de la lluvia al morir en su magnífica figura, como un verso que muere anónimo en tu piel. Soldados sin nombre, hijos de la guerrilla que significa el amor. No serán comandantes del pueblo, sino combatientes de mi pecho. Poderosos, la muerte no los asusta, los azuza a lanzarce con el corazón entero allí, donde tantos otros murieron heróicos. Selah.

Versos de epopeya, combatientes anónimos y encomiables, hermanos míos, fuego de fusil y noche, de revolución y eternidad. Higaion Selah.

Saludos al miedo hijo de puta...

A la cautela, acompáme esta vez, ¿sí?

Saludos Francisco, gracias por actualizar. (TARCANOS AL PODER).

Modus Operandis


La vida tiene una sutil forma de actuar. La he visto violentar inmisericorde a cada desdichado que ha caido en la incerteza de abrazarla. Lenta y venenosa, fría y calculadora. Besa, jura, entrega, volviendo sus ojos almendrados y vivos hacia el corazón. Besa, jura, engaña, toca mis labios con besos de néctar, abraza mis sueños con su aroma natural, con sus labios maduros y maternales. Fuego, ventura, pasión y ternura, todo en un segundo y para siempre. Besa, jura, como jura, con el corazón de una ninfa inocente entre sus dedos delgados y estremecedores.

Culpable de creer en ella, de seguir sus aroma inmaterial. Maldita sea la vida, maldita su enfermiza forma de hacerme aferrarme a esa esperanza infantil y tonta de que el amor vendrá un día con sus brazos acogedores a fundirme en su pecho.

Ha muerto, juro que ha muerto.

Antes que la verdad absoluta está la creencia absoluta. Estúpido infantil, la vida no sabe amar, no concibe el amor, por eso quita de mí cada dulce amor que copa mi pecho. ¿Por qué juro mi negación absoluta? Es fácil de entender, ¿no crees? Y es que esta vez la certeza era absoluta. Hoy no olvidaré, ni hoy ni mañana, ni nunca.

Desde hoy seré un...excéptico. Sí, el más acérrimo, el más fundamentalista. ¿Dónde queda la magia ahora?, ¿dónde está el amor ahora? Sí, aquí, inclemente en mi pecho. Intenso y despiadado, azuzando a la ausencia a reirse de mí.

No es tu culpa, es mía...por creer en esta vida cruel y enferma.

Sabes lo que siento.

Sin Cesar...


Una Noche de estas, conversando a susurros antes de dormir.

-Tengo mucho miedo mi amor.
-¿Por qué?
-Porque siempre evito perder el control.
-¿A qué te refieres?
-No dejo que se me escape el corazón, pero ya se me escapó.

Callaste...

-Perdóname.

Silencio, tus dedos se colaron entre los míos, pero seguías callada.

-¿Y es que no debo amarte así?

Silencio, seguías inmóvil a mi lado.

-¿Es que el silencio quiere decir que no lo acepto?
-Es que...

Silencio, busqué tus labios con mis dedos, como queriendo comprobar que estaban inmóviles. ¡Exacto!, rezaban algo, algo que no podía descifrar.

-¿Qué dices?

Silencio.

-Eres tan complicada amor, ¿por qué no dices que me amas?
-¿Y si no te amo?

Esta vez el silencio era mío.

-¿No callarías tú si yo te dijera lo mismo y no me amaras como yo espero?
-No lo sé.

Silencio, mi corazón al borde del llanto.

Te acercaste a mi boca lentamente, yo temblaba de temor, ¿y si tus labios estaban amargos? "Cruel, destino cruel", me decía a mí mismo.

Tus labios blandos golpeaban los míos con vehemencia indómita. Te besé en silencio, aún con el corazón perdido en la confusión. ¡Dulces, tus labios estaban dulces!

-Te amo, te amo más que a mi vida, más que a mi vida y mucho más que eso.
-Te amo-tu pequeña, pero poderosa respuesta-.

Esa noche dormimos abrazados, con los labios unidos en un beso nocturno y mágico. Y la misma noche nos envidiaba y maldecía el destino cruel de no poder amar como nosotros nos amamos.

Mujer


¿Qué buscas en el horizonte?, ¿qué buscas frente al mar de la vida?

Cuidado, se acerca la noche, se acerca la inquisidora ciega con sus manos lánguidas de vejez que no es experiencia. Se acerca su manto ignorante e ignorado. Se acerca sin mirada, con la vida muerta entre sus dedos. Y tú y yo, vívidos entre las paredes del universo, sembrando pétalos en la inexistencia.

Silencio, que si oye nuestros corazones la vida se escapa fuera de aquí, tan sólo bésame, con tus labios colmados de pasiones y descubrimientos, sé libre en mí, bésame sin límites, muerde mi boca una vez más, con más pasión que delicadeza de hada.

¡Oh, Diosa interminable!, ¿qué poeta concibió tu vientre de azucenas y miel? Suave, eres dulce y suave, eterna, eres mía y eterna. No temas a mis sueños, para ellos hay siglos, pero no para decir que te amo. Cada segundo, cada instante de tu piel desterrando mis sentidos hacia el vacío desconcertante.

No temas a mis sueños, para ellos tenemos la vida, mas no para volver hacia la inocencia de ayer, y es que en medio de las más crueles magnitudes siento cerca de mí la imagen omnipresente de tus ojos almendrados. ¿Sientes la brisa que nos baña seductora?, ¿sientes el palpitar de mi pecho que te llama a amar? Silencio, no dejes que mis labios se detengan en tu vientre, no dejes que mis dedos huyan de tu belleza violenta e indomable, no dejes que mi corazón tema a tu gloriosa desnudez, a tu cuerpo a contraluz de la luna.

Eres mi vida, mi vida y caída, todo a la vez, mi existencia y mi huida. Vamos, dejemos este mundo sin luz, huyamos a nuestro reino lejano y solitario.

De la mano, tu y yo, libres en la eternidad, hijos de la trascendencia, de la historia. Y se alzarán las olas como brazos intentando besar tus pies descalzos y las verás pasar, una tras otra, en la infinitud.

¿Qué poeta cantó tu vientre?, ¿qué Dios de Oriente dibujó tu cuerpo desnudo en la matriz de la vida? ¡Que daría por que tu boca descansara en la mía para siempre! No temas mis sueños, mujer pura y entera, no temas a mi alma desterrada de la inocencia, que en la visión de tu cuerpo ondulante ha vuelto la luz al silencio de la muerte.

Mírate con mis ojos y dime si te amas, mírate con mis ojos y dime si darías la vida por ti. Dulce astro lácteo, galaxia ignota, regálame el secreto de tu mágica estampa, de tus labios blandísimos en la penumbra desesperada.

Más allá de mí reina el deseo, el que me hace desfallecer frente a tu cuerpo, frente al templo imposible de los Dioses olvidados.

Susurremos amores que no oiga la noche, que en su alma egoísta no cabe la certeza absoluta de nuestros corazones enloquecidos.


Una hora y nueve minutos después del comienzo del "horario prime" en la televisión chilena, no sé qué tiene de "prime", no sé porqué se le llama así. No tengo conocimientos del inglés, pero me parece que quiere decir algo bueno. Fuera de eso y de la evidente soledad que me golpea con azotes secos y despiadados, debo reconocer que le matiz que hoy tiene mi vida tiene aroma de violeta. Tema superado, no me importa más, un triunfo del amor sobre el capricho y es que tu nombre me haría negar lo que fuera y cuantas veces quieras.

Tengo que tomar cartas en el asunto. Es imposible soportar el hecho de que en el centro de mi mirada exista aún ese atisbo desesperado de encontrar una libertad inexistente. Tópico más que cursi, "mi única libertad es estar atado a ti". No es así. Mi libertad sigue siendo la misma que antes, caminar de valle en valle, de luna en luna, sólo que hoy lo haré contigo. No me atas, me liberas, no me limitas, me desatas.

Aquí llueve. Es extraño, pero busco la oscuridad, el alma de la esencia mía. ¿Sabes?, no puedo. Es que algo has hecho con mi prosa, la has coloreado de matices que no conocía. Mírame, amándote sin miedo ni pesimismo.

Ya no soy el de ayer. Es por ti.

Hoy no temo a nada, hoy soy un héroe por ti.

Un poco menos hoy...un poco más de corazón.

Una Vez Más



Me ha asaltado una verborrea incesante, la que le falta a mi hermano desde hace un tiempo sumada a la que no tuve hasta antes de ti. Soy una comparsa gris en medio de un carnaval, el más notable aún sin luces ni brillos.

Una luciérnaga, que lenidad más grotesca sería tan sólo sentarse y vivirla un segundo de contemplación. Que gloriosas vestiduras, que luminiscencia divina e irrepetible (Mientras tras de mí dos jóvenes se besan con sabor a rutina), se acerca inocente a mis dedos celadores y obsesivos.

Debo dejarte vivir, revoloteando sin rumbo sobre mi frente, libre de tomar tu silencio enamorado y llevarlo fuera de mí, y es que en estas vidas nuestras mi figura no significa más que una tormenta indómita.

Una sonrisa, es ella, la mujer que hace de mi nombre una canción cuando lo pronuncia cada noche antes de que, inmaterial, me cuele entre sus sábanas para custodiar celoso sus sueños. Una mirada, es ella, la ninfa de las flores, la dulce impetuosa que desató mis labios una noche de Marzo, entre bendiciones capitales y pecados de sal olvidada. Protégeme de ti, de tu inmensidad angustiante, de la ausencia que siembras en medio de las tenebrosas manos de la penumbra fría y desconsolada, y es que tu extrañamente coincidente lejanía es como una hoja de escarlata y naranja que acaricia mi pecho con expresión perturbadora y desdichada para luego desatar en mí la locura que significan tus besos.

Dulce verdugo, ¿qué ingrediente aliña tu extraño sabor a espiga interminable?, ¿quién parió la estrella que ilumina tu ser impetuoso e indescriptible?

Besa mi frente, márcala con tu nombre para siempre.

Lo que Sea



Me he permitido volver un poco hacia atrás, a mi pesimismo habitual, a mi esencia profunda, esa que ha aflorado tantas veces aquí y que me hace pensar en una vida menos que gris, pero con ese sabor de penumbra que es tan dulce.

Vamos ya, es decir, volvamos ya.

Duele el frío, más que ayer, mucho más que ayer. Dos o tres suspiros revelan hiperrealistas que una bocanada de aire es un segundo menos de vida, un segundo menos antes del final de mis días. Siempre lo he sabido, ¿pero por qué lo ignoro?, ¿por qué continúo ciego hacia ese destino irrevocable? ¿Por los demás? ¡Qué estupidez!, no soy un filántropo por antonomasia, eminente prospecto, una vez más. De esos que confunden, que perturban, que no aseguran ni el cielo ni el infierno, sólo esa exasperante realidad que ni siquiera lo es, que no es más que la conjetura de aquella innombrable mujer que ve la vida con la entereza insular que heredó de su sangre. ¿Y qué hay de mí, de mi cuerpo y mi autodestructiva forma de existir?

Duele ver que no existe futuro ni luz en lo cercano. No quiero esta vida, quiero aquella que escapa desesperada de este entorno corporal y enfermizo. Te quiero aquí, en la cabeza de Arauco, vestida de violeta y con tus ojos de loca expresividad. ¡De nuevo!, esa pataleta infantil.

Estás conmigo, pero el amor no es conformista.

Lo sé, ¡cállate! Y es que en el silencio de mi conciencia renace todo lo que odias de mí. Lo sé, ¡cállate!

De vuelta, ¿me ves? Y me propuse olvidarte mientras escribía.

Es injusto, lo sé, evocar tu alma pura a mi desdichado pesimismo, como queriendo llevarte, egoísta y obsesivo, a hundirte en mí de manera irrevocable y olvidada. Es injusto y me hace sentir inmundo el hecho de evocar tu figura gloriosa en medio de mi adictiva manera de hundirme en el vacío. Silencio, sabes que eres mi vida, mi néctar irrepetible. Pretendo ser la fuerza de tu corazón, pero también caigo, también tropiezo, también me odio, también pienso en acabar con todo.

Es injusto cuando eres tú quien me salva de la soga y el veneno. Esta noche no, no podré bendecirte, porque mis labios están amargos de llanto, porque mis ojos son el reflejo de una luna de sangre.

Duerme, sueña con ese mundo en el que nunca existí, en el que sonreías sin que te lo pidiera y tu corazón estaba colmado de pequeños afectos dulces y libres. Sueña con ese mundo en el que nunca nací, en el que eras una luciérnaga eterna que revoloteaba en la niebla. Hazlo hoy porque mañana volveré, a amarte sin vida y sin corazón, como ama sólo aquel que todo lo ha entregado y que nada espera ya.

Duerme, sé que fui injusto, pero soy frágil a veces, más de lo que imaginas.

No quiero continuar, no quiero seguir pensando en mi vileza y en tu inocencia.

Silencio, no oigas mi corazón triste, mañana volveré con un latir nuevo y tuyo y lo sentirás porque tuyo es mi pecho, y lo vivirás con un sabor nuevo, el que desterró la liberación.

Libertad




Mírame, no tengas miedo de mi aura, es alba para ti, es pura, nueva.

La espera en ti es dulce, como dulce tus labios que no he besado, como dulce es tu piel de aire y manantial. Mírame, no tengas miedo, eres libre ahora, de volar con mis alas, de besar los pétalos voluptuosos de niebla y almíbar. Eres libre de tomar mis manos, de mirarme a los ojos, de vestirte de versos y conquistar la selva y la marea, el universo y la vida.

Aquí estoy, como tu sombra y tu silencio, como quien vigile tu silueta cuando te vayas de aquí. Yo seré quien te espere en la vistosa soledad, en las luces y el destierro, en el amor y las columnas del tiempo.

Mírate como yo te veo ahora, libre, tan libre como el pensamiento, libre, tan libre como el verso nuevo, como la más tenue suavidad.

Mírate en medio del universo, eres sólo tú, viva y poderosa, eres la gloria del final y la magia del alumbramiento.

¿Ves?, ya no basta mi verso, ya no basta el silencio. Tú, en las manos del destino, del destino que dibujó tu mirada y tu aura de nieve inmortal.

Ya todo lo sabes, eres libre, como lo quiera tu corazón.

Mírame a los ojos y vete ya. No olvides que siempre estaré allí, siempre aunque no te guste así.

La vida no le pertenece a nadie más que a ti.


Un beso en tus labios, allí,
donde nace la poderosa muerte,
la gloria del principio y el final.
Tu boca, delirio de las mareas y el sidéreo,
locura del alumbramiento,
del deseo y la ternura,
del sueño más imperecedero.

Volvías temerosa
cuando te vi asolada por el silencio;
¿estás allí
o es sólo tu corazón
que regresa azuzado por el amor sin orgullo,
por el palpitar sin nombre y la certeza nebulosa?

¡Silencio!,
no digas mi nombre,
no me dejes oír tu corazón,
que me golpea la incerteza de tus palabras
y el poder de tus caricias.

(Susurro)
Abrázame amor,
no temas al frío de ausencia,
no temas a la vida,
estoy contigo,
embravecido por el poder de tu esencia vegetal y fresca.

Fruto divino,
enardecido y quieto,
podría el destierro de tu voz
llevarme a beber las mieles de tu ausencia,
podría tu voluntad hacer morir mis versos
sin batallas ni revolución,
pero allí,
en el centro de la nada,
solitaria y desolada
ardería la llama de mi amor
por sobre la quietud del silencio sordo.

Diosa del mar,
de las fuentes inmateriales,
de las lágrimas y la alegría,
búscame,
sin razón ni certeza,
búscame,
sin motivo ni espera,
ámame sin ataduras,
libre,
libre,
extasiada de libertad y desvelo.

Volvías temerosa
cuando te vi asolada por la niebla;
¿qué quieres decirme?,
¿que calla tu boca mas no tu corazón?

La luna se despide de mis ojos,
el viento ha cesado,
el rocío te baña bendito,
bendita tu piel y bendito el rocío,
benditos mis versos que sólo viven para amarte.

Más allá de mí
está tu reino de espigas y pétalos dorados,
tu reino de cristales refulgentes,
de acordes y llantos de viola,
de humo perfumado
y néctares mortales.

Silencio amor,
que la quietud sea el único testigo de nuestro amor,
de nuestras miradas dormidas
en el éxtasis dormido de la contemplación.

Más allá de mí
está tu reino violeta,
tu reino vegetal y vivo,
más allá de mí yacen tus dominios liberados,
tus bosques voluptuosos y húmedos.

Mía, tan mía como la nostalgia, mía, tan mía como el amor.

Te Amo.

Mi Amor:


Naciste de la luna,
amor de las galaxias,
del vientre del silencio,
allí,
donde los canales ebullen en marea y revolución.
Naciste cuando los hielos del apogeo
se alzaban sobre el vientre de mi madre.

Poderosa, dulce e indescriptible,
tu mirada es clara
como la danza de las estrellas crepitantes
que saludaban tu alumbramiento.

"No temas hija, estás conmigo", se oía desde el cielo sin cesar, desde el abismo último, donde descansan las almas de los Dioses.

Almíbar y sépalos,
néctares violáceos y rojos,
púrpuras canciones,
hojas de ciprés y gloria,
así fuiste engendrada
en el vientre de la primera musa del cielo,
en las entrañas del poderoso fuego, del protector interminable.

Vida, sueños y desganos,
sonrisas blancas, lácteas y nerviosas,
¿aún saben amargos tus labios?

Déjame beber,
no me niegues la narcósis de los cielos,
la embriagante esencia de tus labios maduros
como damascos de verano.

Eres tú como la nieve,
pasional, desgarradora,
alba y despojada.
Eres como el aire,
tan suave, tan tenue
como canto de luciérnagas en la nada.

Dame un segundo de tu vida
para contemplarte dormida a media luz,
para abrazarte y quedar sin vida,
sumido en el vaivén de tu pecho quieto
como primavera de pétalos sanguíneos.
Dame la vida para perderla en ti,
en la bohemia desesperada de amarte,
de sentir tu voz tocando mis mejillas,
de sentir tu mirada
golpeando inclemente mi frente vencida.

¿Dónde yace el secreto de tu gloria?,
¿dónde yace el secreto de tu cintura de miel,
de tu piel de estigma y almíbar?

Duerme,
duerme tranquila,
no temas al frío de ausencia,
yo estaré contigo,
hasta que muera mi aliento,
hasta que lo pida tu corazón.
Duerme,
que este mundo es nuestro,
de tu belleza y mi locura,
de tu victoria exacta
y mi derrota inevitable.


Silencio, nos van a oír, van a oír el latir de nuestros corazones.

VIOLENTO GRUPO DE GATOS ASOLAN A JÓVENES EN CONCEPCIÓN


"Los confusos incidentes tuvieron lugar durante la madrugada del 5 de Mayo y la noche del mismo día, cuando un grupo de gatos asolaron una casa ubicada en el sector de plaza Don Bosco en la ciudad de Concepción."

Con miedo y estupor reaccionaron dos jóvenes Coyhaiquinos que se vieron atacados por un grupo de entre 4 y 5 gatos en las inmediaciones de su hogar. Los confusos incidentes tuvieron lugar durante la madrugada del 5 de Mayo y la noche del mismo día, cuando un grupo de gatos asolaron una casa ubicada en el sector de plaza Don Bosco en la ciudad de Concepción. Los enardecidos félidos se mantuvieron haciendo molestos ruidos y maullidos a partir de las 4 y media de la mañana de la jornada en cuestión. La razón fue que uno de los integrantes del grupo de gatos quedó atrapado en el patio trasero del inmueble, lo que azuzó los gritos desesperados del animal, que no permitieron un normal descanso a los moradores. Luego de un infructuoso intento de desalojo por parte de uno de los habitantes de la casa, que se vio diezmado por la presencia de los agresivos felinos, se logró el desalojo del pequeño y furibundo animal de unos 4 o 5 meses de edad.

Grande sería la sorpresa de ambos jóvenes cuando a eso de las 11:30 de la noche del mismo día, se oyeran los gritos del mismo animal, esta vez en el patio delantero del inmueble. La crítica situación de agresividad felina se extendió por extenuante media hora. El pequeño animal se parapetó entre las plantas de la arrendadora del inmueble, haciendo muy dificultoso su desalojo del lugar. Finalmente y ante la desesperada decisión del pequeño mamífero de trepar a un árbol, la tarea fue abandonada producto de la molestia de los vecinos.

No se volvió a saber del pequeño ni de los gatos que lo custodiaban, pero no se descartan futuros ataques.

Triterapia

Capítulo I: Miedo.


Suena el teléfono.

-¿Alo?, ¿mamá?-reconociendo el número-.
-Hola bebé, ¿cómo estás?
-Bien, gracias. ¿Cómo estás tú?
-Bien, pura pega no más, ¿ya volviste de Santiago?
-Emm...de eso quería hablarte-dije dubitativo-.
-¿Qué pasó?-se apresuró a preguntar-.
-No había querido decirte, pero me enrolé en la legión extranjera.
-¡¿Qué?!-gritó descarnadamente-.
-La verdad es que la vida aquí es mejor de lo que merezco. Tres comidas al día, una cama y un techo, dos cigarros por día, y la disciplina de un padre riguroso. Sigo sin tener amigos, soy el único que habla español y nunca fui bueno para los idiomas. Lo bueno es que he bajado mucho de peso, las sopas insípidas y las marchas de horas y horas bajo el sol del Sahara han hecho de mi figura algo bastante deseable. Las jornadas son largas, a las seis de la mañana estoy bajo el fino hilo de agua que sirve para bañarse un poco. Luego comienza el trabajo, cavar trincheras, clavar alambrados, reforzar los muros de la base. Las batallas son sangrientas, las guardias y expediciones son un suicidio, pero por cada legionario que muere llegan tres condenados que buscan aquí alargar sus vidas o seducir a la muerte. Las noches son frías, pero en una barraca de cincuenta soldados el calor es suficiente para no morir. Mañana es mi turno para hacer la ronda de vigilancia, tengo miedo, pero no hay mucho que hacer, una pierna menos es un precio justo para un desahucio de €200, unos $140.000. Tengo miedo, esperaba llamarte luego si me lo permitía el mayor Ballofet. Tengo miedo y me parece una buena ocasión para despedirme, para pedirte perdón por todos los errores que cometí y por haberte fallado una vez más. Creo que no obtendré el título que tanto codicias. Es un buen momento para despedirme y para pedirte un último favor, diles a todos que los amé mucho, pero que mi vida debe seguir otro rumbo ahora, el rumbo de la muerte. Espero que el sol del Sahara no termine por destruir la carta que es el único testigo de lo que me llevó a esta situación. Hay un libro dentro de la cómoda de mi pieza allá en Coyhaique, es para el amor de mi vida, publícalo y dile cuánto la amo aún. Tengo miedo, es mi última confesión; Te Amo.

Tono de ocupado, muchas llamadas más, esta vez sin respuesta. La muerte no debe tocar su corazón, ella no merece ni el más mínimo dolor.

Capítulo II: Amor.


Sabes quién soy, ¿no es verdad? Sabes cuánto te amo. No quieres desilucionar mis sentimientos, creo que no podrías, tal vez estoy ciego, demasiado perdido, pero así amo yo. No tengas miedo de mí, no tengas miedo, te he jurado paciencia y espera. No le temas a mi amor, es puro, demasiado tal vez, eso lo hace narcótico, un poco obsesivo, un poco absorvente.

Sé quién eres, eres un néctar irrepetible, eres el amor, tú, plena, pura y entera, tú eres el amor, simplemente.

Volvamos atrás, ¿si? Tú serás niña, yo un pequeño temeroso de esa extraña sensación que nunca había sentido. Llegaré un día temblando, tú me esperarás mordiendo tus labios, saciando la ansiedad, me acercaré a ti, lentamente, te abrazaré torpe, querré decirte algo al oído, pero no podré. Tus dedos me recorrerán la espalda, yo buscaré tu aroma pendiendo de tu cuello hasta tu mejilla derecha, haré en ella un horizonte sinuoso hasta tu boca, en absoluta oscuridad, tú y yo, con los ojos cerrados. Tu respiración agitada de inquietud, la mía de falsa valentía. Al fin seremos uno, en la niebla seductora del primer beso. Susurraré tu nombre suavemente, como perdido en un universo nuevo y cauteloso. "No tengas miedo, te esperaré la vida entera, te amaré la vida entera".

Caminaremos de la mano por las calles húmedas y el aroma de la selva, volaremos en paz, tú en mí, yo en ti, consumados en medio de las miradas, en medio de la suavidad incomprensible, tú, dueña de la fertilidad y las corolas, yo, dueño de las mareas y el descontrol. Vivos, tan vivos, tan vivos en el amor, en la libertad. Imagínanos amor, imagina cuán felices seremos, solos tu y yo en el centro del universo, en el centro de la vida y el destino.

Tú eres mi destino, yo el tuyo.

Silencio, que nadie nos oiga, que nadie nos oiga.

Capítulo III: Pasión.


Acabo de llegar a casa, un tanto cansado, con el corazón apretado, con la sangre más azUl qUe ayer. Mi voz no es el mismo prolijo prospecto de un tono nasal y desagradable, tiene el matiz de la 9arra, del aliento y la pasión. Hoy soy Un héroe, de mi 9ar9anta y de la de mUchos nació Un aliento, Un cántico, Un 9rito, Un triUnfo. Hoy soy Un héroe, soy el más convencido, el más enamorado, el más loco. Hoy soy el más bUllan9Uero. ¿QUé nace cUando miles de almas sienten lo mismo? Pasión.

Miles, más qUe miles, Una marea de almas entre9adas al aliento, "¡Y dale, y dale, y dale bUlla dale!", al Unísono glorioso y estridente.

Hoy fUi Un héroe, como cada Uno en el tablón, como cada alma qUe se vistió de azUl, qUe se vistió de bUlla y pasión.

Aquí Estoy



No será fácil, lo sabes y lo sé, no será fácil entregarte algo tan preciado. No porque me cueste dejarlo, sino porque quiero que sea tuyo. Como sangre de mi sangre pondrás mi corazón en mis manos y voltearás la cara, me dirás que no lo quieres, que no me quieres como yo a ti. Una dos o tres sartas de clichés y frases de novelas, un abrazo frío y sin final, una sonrisa que me dirá: "vuelve a intentarlo, quizás te va mejor". Jugarás con mi amor y mi deseo, dejarás que acerque mis labios a los tuyos, perfectos, sensuales, dulces y perdidos. Me dejarás amarte y luego te irás como siempre, sin voltear, un tanto culpable, un tanto vil y tal como yo, amarás eso.

No será fácil, lo sabes y lo sé, no será fácil entregarte algo tan preciado. No porque me cueste dejarlo, sino porque no sé si quieres que sea tuyo. Me mirarás a los ojos, tus dedos como pétalos lánguidos besarán mis mejillas frías. Yo, silencioso y sumido en tu aliento me acercaré a tus labios entreabiertos, en un segundo mi vida entera paseará en la comunión mágica de nuestras libertades. Así nacerán flores de donde ayer hubo llanto y tus mejillas y las mías sonrojadas de nerviosismo serán bastiones idealizados y locos de la más profunda poesía.

Beberemos juntos en un bar, nos tomaremos de las manos, enamorados del silencio y la contemplación. A nuestro alrededor el mundo dará saltos de algarabía y se oirán risas, pero nada habrá más que tu y yo, en el corazón de la nada.


Saludos a la Sole, a la Makita y a Yupi, que estuvo de cumpleaños.

Cuanto más quieres a una persona, menos palabras tienes para expresarlo, es una de las tantas ironías que mantienen mi vida en esa fina línea que la separa de la realidad.

Ella es un ser mágico, confuso, una maravilla salina. Mujer eterna, madre primordial de mi imaginario, nació del vientre de un hada que en medio de maderas tortuosas ocultó su halo de niebla. Su nombre es una brisa quieta, como una caricia de brazos vegetales, como hondura de montaña.

Tenía un clavel en las manos cuando la vi por primera vez, un clavel rojo. Caminaba a mi lado sonriendo, bebimos en un pub del centro, luego fuimos a bailar. Llevaba un clavel en la mano izquierda, un clavel rojo. No sé si lo notaba, pero en el corazón de ese clavel estaba mi vida, entregada a su existencia, a su aliento, a su mirada gloriosa. Esa noche nos fuimos esquivando su casa, nos sentamos a cantar en la avenida, la abracé torpemente un par de veces. Corté dos copihues, se los di sin mirarla a la cara, no quería que me descubriera.

Esa noche nos reimos de todo, jugamos a que éramos novios, a los cohetes y a que éramos un dúo de cantantes. Fuimos tan felices, era yo su alegría y ella la mía, éramos perfectos en medio del silencio de la ciudad dormida.

La esperé una hora, sentado en el paseo, la llamé hasta el cansancio, me di libertad de esbozar un puchero de pena. Pensaba que no quería verme, que estaba triste y no era yo lo que necesitaba.

Me di la libertad de derramar una lágrima. Justo cuando un niño se sentó a mi lado y me preguntó a quién llamaba; "a mi polola", le dije. "¿Por qué lloras?", "porque no sé dónde está".

Esa noche jugamos a que éramos novios, novios especiales. Esa noche le canté un flamenco herido, más que provocación. Esa noche regresamos esquivando el final.

Esa noche fui feliz, ella era mi alegría y yo la suya. Mágica, tan infinitamente mágica.

Muchas gracias Coté, por estar conmigo, por sonreir al verme, por existir.

¿Me acompañas al recital de Vicentico?

Ella apareció de pronto en mi vida, sin dar aviso, como una luna furtiva, como una estrella dulcemente loca. La abracé y abracé su temor, me abrazó y abrazó conmigo a mis miedos y alegrías.

Ella es dulce, es un néctar irrepetible, es la niebla más suave. Es quien bendice mis sueños, quien bebe tragos amargos de mis penas, quien me regala sonrisas y guarda las mías en su corazón.

Dice que yo soy un ángel, yo digo que ella lo es. En fin, quizás ambos lo somos o tal vez es sólo que nos queremos mucho, que hacemos del otro un ser mágico, único y eterno.

Es mi fortuna y mi alegría, un ser de luz, ¿cómo puede ella tomar un bastión tan grande de mi corazón, en tan poco tiempo y en total gloria? ¿Acaso no es ilógico?

Sin lucha, sin banderas flameando, sin cánticos mortales, sin voces derrocadas, sólo bastó ella, sólo basta ella, el influjo extraño de su corazón, la dulzura de su mirada, de su estampa frágil y poderosa a la vez.

Ella es la luz de mi corazón, mi amiga y confidente, mi ángel de la guarda.

Gracias por todo Makita, te debo mucho, espero que, gesto a gesto, pueda alegrar tu corazón y hacerte sentir tan bien como me haces sentir a mí.


No han sido buenos días para este humilde servidor, soy hijo de una verdad horrorosa que nunca me atreveré a confesar, ni a mis dos mujeres y media, ni a la tercera mujer que me espera.

En medio de una sonrisa se posa una pena, en medio de una pena aparece esa sonrisa que me recuerda que con un gesto puedo hacer sonreir a mis dos mujeres y media y a la tercera mujer que me espera.

No suenan bien las rimas en mi prosa, ni en mi poesía, ni en mi triste oratoria. Tengo mucho miedo de que todo salga mal. En mi vida las cosas fáciles no existen, no existe la sensatez general, sólo esa extraña combinación de verdades tendientes a mi destrucción.

Una mañana desperté y noté que más allá de mí había cierto corazón que había tenido siempre a mi lado. Decidí abrazarlo, amarlo, hacerlo mío, pero la vida no vino para disfrutar de mi alegría sino con el desgarro de mis sollozos. Ella es una Diosa nocturna, yo un triste pospecto de una indefinición crónica hacia los elementos. No podía creerlo, afloraba en mí lo más dulce de la ternura, me hacía agua, a veces marea, a veces crecía mi corazón, me superaba la inconsciencia, no era yo. Los caminos de la vida son tortuosos, dicen que siempre hay un camino fácil, pero para un prospecto la vida es un prospecto.

Luego me oculté en el corazón del silencio, me senté a esperar su mirada, su dulce sensualidad, su cuerpo eterno, sus labios inquietos, casi insolentes. Fui ciego ante su ausencia, ante la verdad de su frente amante y amada. Tuve miedo y temblé, tuve miedo y lloré, pero siempre en silencio, sin llamarla a mi lado, sin llamarla.

Luego supe de ti, que pensabas que me eras indiferente, que no quería saber de tus palabras y de tu innegable naturalidad y ternura. No fui temeroso, comencé a quererte, a girar mis secretos hacia tu oído, a hacer volar mis sueños hacia tu corazón, a buscar casi obsesivamente tu alegría. Y es que es lo más sensato que puedo hacer, tú, dulce ternura, mujer bella, indudable, haces de mis soledades locuras amenas. ¿Quién eres?, ¿quién eres que te atreves a confundirme con tus palabras y a necesitarlas adictivamente?

Ahora eres parte de mi, de mis días, de mis plegarias antes de dormir, eres parte de mi recuerdo, de las imágenes que se acercan a tocar mi hombro cuando camino despreocupado por la calle.

A veces necesito tu paz y sé que no puedo tenerla.

Te confieso que, mientras, sigo esperando en el centro del silencio, que de vez en cuando me fumo un cigarrillo con nicotina y compulsión, que me muevo sólo para buscar el fuego o un trago. A veces creo verla, creo abrazarla, creo escucharla decir que me quiere, que le agrada mi espera. A veces creo ver algo más en su mirada, pero ¿cómo podría yo comprender el lenguaje de las flores y el poder de sus ojos?

Ahora quiero tenerla a mi lado, sonreír al verla, abrazarla con miedo y sin intenciones, inocente, casi tontamente inocente.

Hoy no quiero saludar a nadie, estoy muy triste, las alegrías son intensas, pero al alejarse hacen de mi soledad una tortura desesperada.

Sóla agradecimientos a todos aquellos que están conmigo.

Adiós.