De Vuelta



Tres y veintitrés minutos, día lunes X de Diciembre, solo una vez más, asustado por algo que no sé. Triste verdad, quizás es solo este estado que me confunde o quizás presiento algo, quizás mi sentido femenino me advierte algo, pero, al no haberme titulado en esas artes, no sé interpretarlo ni utilizarlo en mi favor, en fin, se vuelve una evidente molestia y una perturbadora tendencia. Muchísimos recuerdos. De cuando éramos niños y no sabía de ti. Y jugaba en mis mundos solitarios y extraños, y me sentía observado por todos aquellos que ahora me visitan de vez en cuando y me aconsejan dar el paso siguiente.

Hoy aparecieron frente a mí, con las manos ensangrentadas. “¡Lo hicimos!”, me decían girando los ojos, con expresión de terror y alegría, ambas a la vez. “Tal como en tu sueño”, repetían sin detener los gestos. Y lo recordé, nítidamente, como si por un instante estuviera ahí, en esa penumbra temerosa, apuntando a su sien y disfrutando su expresión derrotada. Viendo una lágrima de sangre y almíbar recorrer sus mejillas blancas. Lo habían hecho y me miraban como esperando mi orgullo. Sólo sonreí, “son muy impulsivos”, pensé. Aún así, no había más que hacer, ella ya no existía, había muerto para mí. Me puse la chaqueta y salí a caminar, a buscar algún indicio del crimen. Pronto olvidé mi objetivo, ya sabrán que no soy bueno para eso. Me sedujeron unos espejos y unas piedras brillantes en una vitrina del centro, compré muchas. La vida me halagaba, buen comprador. Llegué a la catedral y conocí a un tipo que estaba clavado en una cruz, aún vivía y sus ojos me pedían que acabara con su dolor, lo miré y le sonreí, “no quiero intervenir en tu gloria”, le dije, mientras él daba voces sordas al cielo y tres mujeres lloraban a los pies del calvario. Un poco triste dejé el templo y caminé por la plaza, me senté a fumar un cigarro y a observar mi entorno. De pronto me noté rodeado de parejas que se besaban y caminaban de la mano, y se sonreían y coqueteaban. No acallé la voz que me obligaba a odiarlos, la seguí ciego de rencor, tampoco a aquella más loca y pervertida que me preguntaba; “¿Qué pasaría si el sexo se transformara en una danza compleja e irrepetible?”.

Decidí volver, mientras observaba que en el paseo la gente se distraía con la nueva pantalla que adorna una de las esquinas. Al fondo una aglomeración, patrullas y una ambulancia, debía ser allí, mi corazón se agitó violentamente, di media vuelta y seguí otro camino. Mientras, mi pecho se llenaba de emociones, era verdad, ya no existía más, pero nunca he negado la existencia de figuras fantasmales vengativas que hacen de la vida una triste senda de desesperación tendiente al suicidio. Quizás mi victimaria sería la conciencia de sentirme asesino o quizás esa sensación se volvería una insana adicción. En cualquier caso ya estaba hecho y urgía tomar unos tragos en soledad por ahí. Una vuelta por el “barrio” para solucionarlo todo. Necesitaba estar en la penumbra, como en aquel sueño, pero darle ese particular sello de luz y festival que sólo encontraría allí.

La madrugada se extendía sobre todo, sobre las personas y sobre la ciudad. “Tranquila”, le decía, “el destino nos llamó a terminar así nuestra historia”. Sus gritos se transformaron en llanto y el llanto en silencio y miradas. Ya no luchaba, estaba cansada, entregada, sola frente a mí, frente a mi rostro desfigurado y mi fría decisión. “Yo te quiero”, me decía, intentando hacerme flaquear. Me acerqué lentamente a sus labios, me besó asustada, mordí su boca, hasta sentir el sabor de su sangre amarga, lloró una vez más, esta vez sumida en angustia. “Es muy tarde, amor, ya todo está escrito”. Me alejé y me miró a los ojos, puse el dedo sobre el gatillo y el revólver sobre su frente. “Como en tu sueño”, me dijo llorando. “Sí mi amor, tal como en mi sueño”. Jalé el gatillo y su sangre me cayó como rocío en el rostro, aroma de pólvora, de terror y alegría, todo a la vez. Bebí la sangre que rodeaba mi boca, como si fuera un néctar único e irrepetible, “te amo”, le dije y volteé dejando su cuerpo en la nada.

Un cigarro más, para amenizar el momento y para quitarme el temblor de las manos. A casa, escuchando música y caminando al son de la monotonía y la crítica.

“Como en mi sueño”, le dije, mientras veía su rostro ensangrentado antes de buscarla en mi sueños.

Saludos para LA RAZA, para Mono, Vix, Yupi, Alex y Kamayo, que vino a vernos para su cumpleaños. Gracias a todos por los momentos.

Saludos para Laurita, estoy trabajando. Para la Kari, me tuve que ir el otro día, lo siento mucho. Para la Andrea, mi hermanita adoptiva. Para todos aquellos de los que ya me despedí y para aquellos de los que nunca me despediré.

También para la Maka, que me ha acompañado este último tiempo.

Negrita, quiero verte.

Mamita, Familia, Familiar, Wely y Tía Anita, los amo.

No debí salir de mi sarcófago hoy, no debí dejar la oscuridad de la muerte, la dulzura de la inexistencia, el crepúsculo de la victimización personal. Así fue, lo hice y descubrí muchas cosas. Que los sueños cambian y que generalmente las ideas mueren cuando una maravilla nos toca la puerta una mujer bella (saludos para mis mujeres maravillosas), una oportunidad bella, una realidad que, a los ojos ciegos, parece ser la mejor opción. Hijo de la inconsistencia o de lo que nadie entiende, su mirada y la mía, no conviene, en términos democráticos, contraponer.

Somos capaces de las más dulces maravillas, de entregar una sonrisa, de destruir despiadadamente y sin pudores, de imaginar con el corazón elevado cómo sería la existencia sin el rencor y acto seguido engendrarlo de forma frenética. Si no fuéramos así, caeríamos, sin duda, en la desidia del perverso imaginativo que encuentra soluciones a los problemas inherentes a su condición de imperfecto y las aplica, enfrenta y supera, sólo para ver que su vida es un ciclo perfecto, que regenera los conflictos de una u otra forma, sin respeto a las formas ni los contextos, ni los deseos y las intenciones, ¡no hay peso en las intenciones, sólo en los resultados!, no es una verdad agradable, pero nosotros decidimos adoptar una vida que la avala, una existencia egoísta y profundamente anti altruista. Porque no permitimos que la inexistencia sea una opción, porque sentimos la necesidad de controlar a nuestro “amado” prójimo cuando consideramos su “error” como algo inminente. Porque amar no es más que un negocio, una triste consecución de uno por uno, de ojo por ojo, de beso por beso. Triste realidad, que no sea así en tu vida amor mío, porque no vives lo que crees, vives un negocio corporal y sentimental.

Rencor, ¿qué palabra posee tal elegancia, tal significado y tal acorde seco en su pronunciación?, digo, personalmente, que es la palabra más bella que existe, quizás venganza, quizás ira. ¿Dónde quedó el amor por la esencia?, ¿aún creen ser seres elementalmente luminosos? ¡Pecadores!, ¡inocentes!, ¿no han pecado de crearse imágenes divinas?, ¿de llamar perfecto esto o aquello y de buscar lo que nos es imposible por antonomasia?

Que me condenen los realistas por superar sus paradigmas con base en mi pesimismo enfermizo, que me condenen los soñadores por darme cuenta de que nada es absoluto, ni en la imaginación siquiera.





Tiembla levemente, miles no se habrán dado cuenta, a tal punto de que serían capaces de llamarme loco, por sentir algo que ellos no sintieron. ¡Jaque mate!, un golpe de gracia, si pudieran verla, retorciéndose sobre el suelo. Humillada, tan humillada que la dulzura de la situación comienza a marearme. Faltan miserables cuatro horas para el sábado, para que la edad se me venga encima. Nunca dimensioné que los “diez y…” eran tan seductoramente desenfrenados. No negaré mi forma de ser, pero la sombra de la incómoda inmadurez pesará sobre mis hombros. A la hora de hacer balances, una carita triste será particularmente llamativa en el extremo superior derecho de mi hoja de cálculos. Veinte años sin haber conseguido nada. Para la risa, una broma más de Felipe en sus ratos de animosidad, pero una triste realidad a la que ni el más sarcástico puede hacer frente.

Se aprenden cosas, se forjan amistades indelebles. Se aprende algo de las mujeres, un verdadero salvavidas a la hora de buscar al amor; son inentendibles.

Los enroques no siempre son la mejor decisión, perder una jugada arriesgando el corazón de una inocente, Infamia, infame.

Tres horas y media y mis cuentas pasan de tristes a patéticas. Podría escribir una enciclopedia con errores, traumas, miedos y frustraciones que me aquejan y me persiguen. La muerte no se rebaja a tomarme, sólo me mira desde la copa de algún árbol y se ríe de mí. Me llama a las cuatro y media de la mañana, sólo para cortar apenas contesto. Mi novia separada de hecho, yo separado de ella, confundido horriblemente, dubitativo acerca de beber dolor o tristeza. Las opciones son patéticamente desesperadas, patéticamente mías, clásicamente mías.

Un quinto de siglo, demasiado. No pensé que a tan poco de haber nacido comenzaría mi afán por quitarme edad. Llevo más de la mitad de mi vida, ahora comienza la cuenta regresiva.
Cada día es una ambigüedad inalienable. Un día más de vida, un día menos de vida. Comprensible para todos en la inconsciencia descarnada.

Los balances no son lo mío, siempre termino con números negativos, quizás es por mi irremediable inutilidad matemática.

Hijos del tiempo, estamos condenados a la existencia, existen varias vías de escape, algunas más altruistas que otras. A continuación una lista con las mejores de ellas.

-Suicidio: Consiste en acabar con la existencia de modo autosuficiente y horrible, sin negar el miedo y las trabas que presenta la mente. La valentía es imprescindible para llevarlo a cabo. Es la forma más egoísta de solucionar el problema de la existencia.

-Autodestrucción: Método largo y tedioso, el menos efectivo y más peligroso de todos. Consiste en la acumulación de vicios nocivos que merman la fuerza vital. Es el más utilizado, pero cae en una triste contradicción. Al ser un largo proceso, se ve negado por la irrupción del instinto reproductivo.

-Asesinato y suicidio: Elementalmente altruista, consiste en acabar con la vida de un semejante y acabar con la propia. Demuestra gran sentido de la solidaridad.

-Asesinatos seriales: De esencia altruista compleja, requiere gran nivel de convicción y del compromiso personal de entregar la posibilidad de morir en pro de la inexistencia de otros. Requiere sangre fría, inteligencia y profundo amor por los demás.

La vida se ha transformado en una triste consecución mecánica de tiempo. No quiero críticas a mi pesimismo, es lo que yo decidí adoptar.

Es la tristeza de la vejez, proporcionalmente tengo más de 35 años, 50 para los longevos. Sólo hay una cosa que me daría alegría en este momento, ella sabe lo que es y sabe que en un segundo quitaría de mi corazón esta desazón.

No hay saludos hoy, ustedes me deben saludar, por favor, sin sermones ni críticas, sólo quiéranme un ratito.

Agradecimientos para la Coté, por todo, TE QUIERO, nunca te lo digo.

Para Diego por aclarar mi duda sobre los enroques.

Para Yupi que me ha visitado bastante en estos días y se escapó para acompañarme.
Gracias…



La entrada anterior acabó con mi paciencia, la publiqué unas diez veces, sólo para ver que una parte importante se perdió por ahí, condenada a un basurero en internet.

Odio pensar que, sin mediar provocación, el azar intenta hacerme la vida imposible, golpearme con un abanico, con un movimiento tristemente elegante. Odio pensar que sin importar mis esfuerzos, llegaré al mismo destino, desterrado de la realidad. Condenado a ser un ratón literato que roe las paredes en búsqueda de la libertad, que recoge restos de cielo, de desamores y esperanzas, para cocinar una pasta insípida aunque de aspecto atractivo. No crean que las infusiones y recetas están de moda, sucede que sólo recién anoche probé el sabor de lo que escribo. No sé qué le falta, quizás la sal de las lágrimas o la dulzura de los sueños, quizás el agrio de la suma y las restas.

No me arrepiento de lo que siento ahora, a pesar que signifique odio e infidelidad. No me arrepiento de buscar el aroma de su pelo en todo momento, de buscar el contacto breve con su piel suave. No me arrepiento de lo que siento y lo que sueño, aunque signifique odio. Porque se me estremece el corazón en cada segundo, en cada silencio, en cada palabra y cada sonrisa. ¿Y qué importa la imposibilidad?, para soportar imposibilidades es que fui creado. No para tener una vida fácil, no para que la vida me abrace maternalmente y me regale su corazón entero.

Vas a sufrir, me decían ellas, nunca les creí, ahora me acerco al triste final, lo sé, lo puedo sentir en el aire, en el pecho, cada vez que me mira y sonríe, en cada gesto que me destroza el corazón y luego me hace fluir con el aire. ¡Años de mi vida!, ¡los más importantes, los que más recuerdo, lo que determinaron quién y cómo soy! Y ahora, descarado olvidadizo, recuerdas que una mañana de Noviembre la viste como mujer y soñaste con su desnudez inocente, cuando tan sólo pensarlo era un pecado capital, digno de una visita al sicólogo (PSICÓLOGO para la Coté).

Aún así, el dolor se ha transformado casi en una necesidad literaria. No tengo miedo, aunque sé lo que es sufrir por esas causas. Mi futuro me lo agradecerá, inocente de crecer, víctima de mi mismo. El camino fácil y el valiente, todo en uno, ¿qué más esperar?

Ahora, quiero volver a soñar lo que soñé anoche, libres de amar y desear, en mi memoria imaginaria, en mi recuerdo imaginario, en mis más locas y dulces imaginaciones.




Saludos para la RAZA, Mono, Vix, Yupi, El Perrito y Waka, ahora ya te puse tu apodo.

Para mi bella familia que me espera en la undécima región. Mamita, Familia, Cuerpo, mi Wely y Tía Anita.

Coté, gracias, eres muy bella conmigo, te perdiste el banco, nunca lo vi tan vacío, que te vaya bien en Santiago, cuídate. Te quiero muchito.

Kari, te estoy esperando, ¡aparece pronto!, estoy contigo querida, te quiero muchito.

Laurita, estuvieron buenas las clases de Surf, aunque me caí más que tú.

Eso…cuídense todos, y gracias por leerme y por comentar aquí.
Anatoli Onoprienko, "La Bestia de Zhitomir"


Solo en casa, como hace mucho no lo estaba, es decir en consciencia de que, pase lo que pase, no oiré la llave entrando en la cerradura invertida, girando y dando paso a uno de los habitantes de la casa.

Hoy puedo pintar las paredes con témpera sin causar la extrañeza de mis coterráneos, puedo reir y llorar, sin que mis carcajadas hagan pensar que consumí altas dosis de alucinógenos, ni que mis sollozos hagan suponer que me encontré con el cuerpo inerte de un amor suicida en la bañera. Hoy puedo gritar que te amo sin amarte y que te odio sin odiarte, recordar mis amores pasados, enterrar sus recuerdos y luego, en extremo arrepentido, bañarlos en agua tibia.

Hoy puedo insultar al mundo con un rosario de garabatos, para luego decirle que, a pesar de que practico la disciplina de "Crítica olímpica", me agrada tener que encontrármelo todos los días con su cara poco amable en la entrada de mi carcelaria puerta corrediza.

Una mancha de sangre me recuerda que al entrar me apreté violentamente los dedos. a sangre no es tal, sólo la témpera que una niña hermosísima puso en mis dedos para que jugáramos a los pintores de sueños.

¡Libre!, ¡que dulce es estar libre!, con el corazón vacío de conjeturas, con la mente colmada de alegrías y colores atrayentes.

Así vivo mi libertad, sentado frente al comnputador para escribirles un par de sueños.

Hoy no estaba particularmente dispuesto a escribir, pero lo hice igualmente, porque a pesar de que mi éxito esta vez no fue lo que me hubiese gustado, necesitaba que mis fieles
y maravillosos lectores supieran de mí.

EGO.

Mis más siceros saludos para LA RAZA, Francisco (Mono), Mauricio (Vix), Rodrigo (Yupi), Alex (is) (El Perrito) y Diego, el único sin sobrenombre.

Para mi familia, Familia, Familiar, Mi Mamita, Mi Wely (ultra pelolais), para mi Tía Anita (la colación, que rica está...). Para los demás, la Coté, que me escucha siempre y que me
sabe toda vida, cuídate mucho y me tienes que venir a dejar la licencia. Para la Kari, persona maravillosa, ¡yo también quiero que hablemos pronto! Para quienes no pasan mucho por aquí, la señorita Laurita que me visitó el otro día, en una escuela de Surf,
Yerko, la Sally, Lelec.

Para la Pauli, fue bueno saber que estás bien, bella mujer.

Para todo aquel que siga con el puño alzado.

Para los bUllangueros de corazón.

Para todo aquel que se haya atrevido a leer esto.

Gracias por llamrme y por decirme cosas tan bellas, te adoro.

Felipe.






Mientras comenzaba a escribir me preguntaba cuál sería la fuente menos agrsiva con el texto, es decir, que no les diera la impresión de que este loco está escribiendo una biblia, más encima sin división de capítulos y versículos. La verdad espero no dar esa impresión, creo que no es necesario escribir las 1157 páginas que tiene mi biblia para expresar algo tan universal como el amor.
Amor, tema determinante para mí, la tortura se transformó en asesinato, aún así sigo adelante con mis proyectos personales, con mi ciega obsesión por dejar la vida que me ata y abrazar la del incipiente literato que, con una llama en los ojos y una cordillera humeante en el corazón, maravilla a aquellos que lo vieron crecer y a aquellos que se encuentran con una seductora imagen de Caravaggio en una tapa y un título cursi.

A pesar del homicidio calificado del que fui víctima, sigo escribiéndole a mi asesina, mérito para un récord Guinness o para las noticias curiosas que a veces aparecen en los matinales. Soy la triste imagen del masoquismo amoroso, lo saben, todos ustedes, el reducido grupo de gente que se da el tiempo para escuchar mis locuras. No sé dar vuelta la página, no me incomoda, de tanto quedarme pegado entre la primera y la segunda página de mi vida he llegado a estados de reflexión que me envidiarían los mismísimos monjes budistas. Aprendí a dibujar a mi mujer perfecta, creo que no existe, a pesar de que mi amiga estival diga lo contrario. Quiera Dios que tenga razón. Al menos ya no besaré a nadie más sin saber que es lo que busco.

Una vez alguien me dijo que yo no amaba a la persona que me inspira, que yo amo lo que a ella le escribo. Teoría interesante, demasiado creíble, tanto que casi no la dudo. De ser así mi poesía, aún siendo solo una forma, caería en una triste contradicción.

Ni siquiera los filósofos se salvan de la contradicción, sólo que ellos estudian y dedican su vida a sacarse el pillo. Yo no, yo soy un poco de todo (excepto científico) a medias. Soy filósofo a medias, escritor a medias, Antropólogo a medias, revolucionario a medias. Hasta soñador a medias, con decir que hay cosas que prefiero no imaginar, por miedo a caer en la decepcion que significa la batalla entre la imaginación y la realidad.

Tristezas, conjeturas, leves alegrías, la vida no ha cambiado para mí. Por eso necesito compañía, porque sólo eso me hace salir de la monotonía.

Que lata debe ser leer sólo lamentos cuando los invito (que puede ser sinónimo de obligar en jerga torturadora) a leer y comentar mi blog. Lo siento, así es Felipe. Siempre he querido que una poetiza que por ahí anda dando vueltas me defina, me retrate. Pero bueno, si no le nace hacerlo no la obligaré. Aunque si lo pienso, debería aplicar medios violentos, ella me obliga a hacer cosas, me obliga a confundirme, lo hace con alevosía, sabe que reacciono de la justa manera que le agrada. Es una estratega precisa. Conclusión, luego de esta ciega patriada...no la puedo obligar.

Mis tradicionales saludos para mi gente querida, para mi Mamita preciosa, que lee mi blog en versión impresa, a mi pudiente Hermanita y su enorme hijo (mi sobrino Muerto), para Basti que el 25 cumple añitos, para mis hermanos del alma, para Mono que no me visita a pesar de que lo tengo al lado, a la Andrea y Yupi, a Vex, que ese si que no se pasaría por aquí. A Diego, mi amigo que está de vuelta (te quiero wiin, ven pronto). A la Carolina que anda más rara que la cresta, a Pedro que apareció después de años de lejanía, a la Laurita que aparece a veces, siempre gratamente, a la Negrita que se desapareció, enojado contigo. A Alex, que siempre está dispuesto a hablar conmigo. A la Sally que ahora habla conmigo de nuevo, Obviamente a la Kari, me caes demasiado bien, a la Coté (que ya estaba pensando que me había olvidado de ella), te quiero muchísimo, aunque no me hables y me des falsas esperanzas. Que miedo, alguien se me olvida y me lo va a reprochar, lo triste es que no sé quien es...No Yerko, no eres tú, jajaja...Bueno, espero que el reproche no sea tan fuerte...


Muchas gracias por leer mi blog y aún más por comentar...
Sábado 11 de Agosto de 2007.

¿Dónde está el Amor?
Quizás duerme en la distancia,
entre las lágrimas
que ayer nacieron de tus ojos
¿en qué corazón muere tu dolor?

Una mañana de Noviembre,
entre silencios y soledades,
nació del vientre más claro
una caricia para tu piel de nieve,
nació tu poeta,
con tu figura cristalizada en la frente,
nació tu poeta,
con un destino dormido en el pecho,
con tu nombre grabado en la piel.

Hoy, siento sin miedo,
hoy soy como el viento,
como un céfiro
que besa oculto tu cuello,
hoy soy una triste esperanza,
hoy soy un triste recuerdo del ayer.

¿Por qué temes Amor?,
¿son mis ojos fantasmas del ayer?

Si pudiera morir en tu boca,
dormir para siempre
en la brisa almibarada de tu aliento,
no habría más gloria
inundando tu pecho,
si pudiera tan sólo besarte en silencio
y sin mediar nada más
que nuestros labios
en comunión enamorada,
sin mediar más,
que la respiración común,
si pudiera tan sólo besarte
y mirarte a los ojos
y decir,
Amor,
Te Amo,
no habría temor en tu corazón,
no habría ayer,
sólo tú y yo
y el destino,
y el destino más dulce.

Aquí estoy, frente a ti,
Amor,
¿aún arde la tierra de Lientur?,
¿aún arde el corazón de mi tierra?

Aquí estoy Amor,
a tu lado,
¿aún caen dormidos los frutos?,
¿aún no aman las flores de mi tierra?

Aquí estoy,
de pie,
frente a ti,
¿aún no oyes la voz de mi corazón,
el susurro de mis versos en la nada?

Si pudieras verte con mis ojos,
dormida en el bosque austral
como la ninfa más alta,
alegre,
danzante,
si pudieras verte como yo te veo,
dormida en el océano inquieto,
dulce en la mar desatada.

Tú,
altísima,
musa elevada en el silencio,
azucena de miel,
luna solitaria y amante.

Tú,
altísima,
Diosa de delicias,
cielo imperioso,
altísima,
¿de qué vientre naciste?

Aquí estoy,
en la levedad,
buscando ciego tus dedos,
tu vientre
como sépalo almibarado,
como luna de sangre,
como fuente de besos locos.

¿Dónde yace ahora tu voz?,
¿tan sólo en mis recuerdo,
en mi corazón enamorado?

¿Es la distancia
la magnitud del ayer?

Aquí,
en la penumbra enamorada,
te busco en silencio,
ciego de la libertad y te veo,
quieta,
dulce,
maravillosa,
tan maravillosa,
y no puedo ser tuyo
en un beso callado,
y no puedo besarte entera,
sólo verte y callar,
sólo morir un segundo
y para siempre.

El creador de arte no busca un fondo, sino una forma.

Ahora mis tradicionales saludos para mi Mamita, que se portó bien todos los días, para Familia y para Familiar que ahora están gigantes. Para mis amigos, pocos pero buenos, a Mono, Vix, Yupi y para el tierno Canino que enseña fundamentos musicales a niños en riesgo social. A los que no me visitan, Kamayo, Yerko, Finta etc...saludos para la Coté, que se ha portado bien conmigo, como una buena amiga, a la Kari, que de seguro me dejará un comentario, porque ella es socia fundadora del blog. Saludos para la Carolina que me postea obligada y donde nadie pueda leer, para Pedro, que se me perdió, para la Señorita Laurita, de vacaciones. Para todos aquellos que siguen con el puño en alto. Saludos para los hermanos que están a mi lado en la política y en la vida. Saludos para Manteplec, para el Horacio y la Andrea, mi hermana perdida...

Negrita hermosa, no tienes nada que agradecerme, estoy para ayudarte.

Gracias por los comentarios que me han dejado, los quiero mucho...

Para mi torturadora novia, para esa personita que me tiene el corazón desbordado.

Aquí, de nuevo.



Aquí me tienen de nuevo, con las mismas ganas de que todo cambie de pronto... Estoy cansado, es triste que lo diga yo, no porque sea un ejemplo de lo que llamaríamos una persona activa, sino porque aún no llego a la edad sicológica de los veinte siquiera...

Cansado de que en Chile todo vaya mal, de que en la U sea EL pelotudo que está con el agua (por no decir otra cosa) hasta el cuello. Cansado de que en ese sentido conflictivo de mi vida, todo salga mal. La verdad, ahora que lo pienso y, a pesar de que me ha ido relativamente bien, nunca he logrado conseguir algo estable. Es evidente que la culpa es mía. Un sicólogo me sería útil, pero más un Antropólogo que me pudiera decir cual es el concepto social, la norma universal que tengo invertida en mi entendimiento.

Hijos de Dios, ese es el problema, hijas de Dios, ellas son el problema mayor, es ese viejo que no ha sido capaz de hacer una cosa bien a lo largo de la historia, a lo largo de la existencia, que se relame los bigotes como un gato comiendo los mejores manjares que existen en el cielo mientras en la tierra sus hijos se mueren de hambre y viven divididos por la riqueza que nunca nos enseñó a repartir. Marx hizo en una vida millones de cosas mejores que ese viejo que adoran en una iglesia. De ese viejo patético es la culpa de mis desgracias. Claro, siempre se ha comportado como un dictador, como yo no apoyo su idea acerca del sistema económico, como yo creo en la Revolución y él vive feliz siendo famoso en internet, va y me hace la vida imposible. Como yo tengo predilección amorosa hacia sus siervas más acérrimas y logro llevarlas al pecado de la negación de sus preceptos y valores más esenciales, el viejo va y me las quita. Se las lleva a visitar a las monjas de un convento mientras yo sueño ardorosamente con su piel que me destroza en la ausencia. No tengo nada contra las monjitas, excepto que muchas de ellas (novicias en general) podrían ser potenciales amantes si no fuera por la represión que me aplica el viejo de arriba.

Y es que en el mundo de su archinémesis, el mismísimo Lucifer, no es muy divertido vivir. Allí todos quieren lo que yo quiero, todos buscan vivir un amor descarnado y real, lujurioso y sin culpas. No hay problemas con la infidelidad, con la libertad que hace salvajes a los seres racionales por excelencia. No quiero eso, ¿es que no hay un término medio?

Lucifer, viejo, entiende, las vías fáciles son para los fachos, no para mí. Ya sé que entre tus gruesas filas me los encuentro a todos, a cada uno de esos viejos que van a la iglesia los domingos a quedar bien con Dios, aprovechando que ese es el único día que el viejo deja de comer y de mirar tele por un rato. La gracia de romper paradigmas ya no está en revelarse contra Dios, convengamos que el viejo viene en decadencia, hasta Jesús subió de peso luego de dos mil años viviendo en el cielo (y tan flaco que salía en las películas). La gracia no está en revelarse contra esos dos pelotudos, sino en buscar la forma de contrariar a los dos bandos. ¿Qué haces si le quito una sierva acérrima a Dios?, te retuerces de la rabia. Más encima no era soltera hermano, ¿qué sientes?, te dan ganas de apretarme el cuello hasta que se me salgan los ojos. Los que se acercan a ti están perdidos, ¿qué gracia tiene? Mira, en el mismo caso, ¿qué hace Dios? Lo mismo. Ustedes son iguales.

El problema es que como simple mortal, estoy condenado al fracaso, no olvidemos que esos dos son los huevones más poderosos del universo.

Intransigente hasta el final, voy a dar la pelea. Ya llevo algo avanzado, ahora hay que concretar, Dios y Lucifer lo permitan.

¿Las quejas del principio?, ahí están presentes como siempre, lo positivo es que cuando te gusta escribir y reflexionas en relación a lo que escribes y además, escribes algo "positivo", algo que te alegra, terminas más calmado y con menos miedos.

Mis tradicionales saludos para mi Mamita, te voy a estar esperando viejita hermosa, para mi Hermanita que ya va a encontrar a Horacio, para mi Sobrinote, que ya está hecho todo un cazador, para la Negrita que ha estado muy cerca mío (dale amor a tu bebito de mi parte), para los pibes de la casa, Andrea, Yupi (deja de perder) y Mono, y también para la Javiera que se fue de pronto. Mis más afectuosos saludos al resto de la Guerrilla, para Vix y para la Coté, que se enojó ayer. Para Yerkinho Pernambucano que me va a tener que comentar si no quiere que tome represalias, para Alex (¡buena!, el Chipamogli), para la Laurita, de quien requiero un poco de atención, para los cabros que siguen con el puño en alto, para la Sally que nunca va a leer esto, al igual que Finta, saludos para Lelec, que debe estar bien. También mis afectuosos saludos para la Kari, que ella si que es fiel con mi blog, muchas gracias.

Espero que me vaya mejor con los comentarios, es culpa de los fotologs, que ahora son excluyentes.

Sin Título


Lo sé, me desaparecí, pero es que estoy ocupado. Cortito, paso el aviso de que estoy en el proceso creativo de mi cuarto libro, una creación más para este triste poeta. Está dedicado a mi amor, a la mujer más bella que pisa esta tierra. Lamentablemente mis creaciones ahí vertidas son de carácter personal, por ende no las publicaré aquí, sin embargo espero poder escribir algo para ustedes que me visitan siempre. Algo que obviamente trate acerca de ella.

Me siento en estado de gracia, escribo mucho y muy fluido. Llevo medio libro en un mes y la inspiración sigue firme en mi corazón. Mi retiro fue más chanta que el de Michael Jordan, pero no me importa eso, porque en el fondo encontré la inspiración que tanta falta me hacía y aún más, en un nivel que nunca había sentido.

Ahora me retiro, corta estadía en el ciberespacio.

Saludos a los que siempre saludo, ustedes saben:

Francisco, Yupi y la Andrea, Mi Mamá, Mi familiar y Familia, a los de Valpo y los de Coy, a los de Conce, la Coté, Vix, a la Negrita que ya fue mamá y que me escucha siempre...a la Laurita que apareció después de una larga estadía en el extranjero (perdida).

Y por supuesto a mi Amorcito que de seguro no me va a visitar, aunque quizás me sorprenda...

Gracias por los Comentarios...

¿Y qué papel jugarán los actores inclementes de mi historia cuando vean que en el silencio era yo víctima y victimario? Alzarán las manos por sobre los pilares primordiales y dirán con los ojos ensangrentados; ¡he allí el silente mercenario del ser!, ¡he allí el amante plutónico que sin voz ha detenido las palabras!, he allí y sin más, el hijo de la gloria y de la mar desatada.

¿Dónde yace la bravura?, ¿es más cobarde quien abraza los reinos mortales del fin?, ¿es más cobarde que quien acepta con mirada encadenada el oleaje inclemente de la tormenta impetuosa? ¿Y qué poema aullarán como bestias al cielo?, ¿qué dirá mi padre?, ¿callará toda la vida?, ¿callará hoy como ayer?

¡Pobre de aquel!, pobre de aquel que sonríe al amor, que besa el aire, que acaricia los pétalos al pasar. Preguntarán: ¿en qué desierto perdió el amor?, ¿ha muerto sin aire que beber, sin hojas que acariciar con la mirada? Preguntarán y no habrá voz que caprichosa recorra el aire. Pobre de aquel, pobre de aquellos inmateriales penitentes, ¿por qué llorarán?, ¿no ven la gloria?, ¿o es que sólo existe en el reino de la Diosa ibérica, de la Diosa americana y oceánica?

¡Así será la gloria nuestra musa mía!, ¡así será la bravura que cantará la leyenda! Allí, tu y yo seremos Dioses nocturnos, crepusculares, allí seremos demonios, céfiros atormentados en lo eterno, así será nuestra gloria y la de tu sangre, así será la gloria, así será mi verso elevado en la locura, ¿y qué si tantas veces negué el camino que ella forjó en el músico y el poeta?, ¿qué importa el precio de la gloria cuando ya no hay ser para cumplirlo?

¡Cállate pequeño impetuoso!, ¡cállate!, ¿acaso no sabes de la vida?, ¡cállate pequeño insolente, no digas del destino palabra!
Les debo los saludos...
Adiós.


Amor Victorioso de Caravaggio.
No siempre podemos ser el centro para los demás y eso nos duele, pretensiosos cobardes, pretensiosos megalómanos. Cómo duele darse cuenta de que los errores dibujan decepciones.
Quizás para ti, el que se equivoca último se equivoca mejor (o más gravemente). Quien cogió la tela y la pintura, quien golpeó con trazos la blancura del lienzo no fui yo, yo sólo di el matiz de sensatez, la herida la hizo el puñal de tu voz, de tu "sincera" división.

Aunque más allá de las altas cumbres se dibujaba el silencio, ecos de muerte revoloteaban entre tus pies pequeños, callabas, sin saber la razón de las danzas estremecedoras en la orilla, callabas y de tus ojos brotaban manantiales de vida horrenda, callabas, pequeña hipócrita, sin saber que el mundo te visitaba cada noche para buscar en tu boca el rastro de besos pasados, callabas, pequeña mentirosa, sin saber que el mundo conocía los caprichos almibarados de tu pecho.
Dormías suspendida de la nada, negaste las nubes que cubrían tu pecado más oculto, ¿para qué hacer de las caricias llanto?, ¿para qué negar el manto que el cielo dibujó para cubrirte?
Dulzura inconclusa, ¿en qué sitial de la noche perdiste el corazón?, ¿en qué recuerdo, en qué beso olvidado? Éramos libres, pero no sabes de vida sin cadenas, éramos libres de huir más allá, donde sin penumbras se dibuja la mañana imperecedera, éramos libres de oír a la marea en nuestro despertar, éramos libres, pero tus dedos se cristalizan en la piel esclava, en el amar encadenado y sediento, éramos la mar, éramos el aire y las estrellas, éramos todo y éramos nada, almíbar sobre océano, universo sobre la mirada ajena.
Dos días, tal vez tres, pequeña belleza inconclusa, ¿dónde dejaste morir a tu corazón?, en la mañana, en la noche, en el cielo, en el lecho que te regalaron las estrellas aquella noche olvidada de noviembre. Callabas, pequeña corola enardecida, callabas las verdades más etéreas, callabas los alientos, callabas la caricias, callabas los besos inocentes.
Dejaste morir a la orilla del más furioso caudal, cada lágrima deliciosa, ¡pecado inolvidable!, ¿de qué derecho te ungió la serena Diosa para voltear la mirada?, ¡cállate ya!, ahora sólo se oirá mi voz, nada más, ni el mar que te dibujé, ni la marea que canté vencida a tus pies, nada más se oirá, sólo mi voz muda y vehemente, tan sólo mi silencio furioso.
Pequeña belleza dormida y fría, ya no son tus pies altares de suavidad salina, si he de beber tu sangre frente al cielo ennegrecido, que sea ese mi destino de locura inimaginable, si he de caer como bestia sobre tu piel amarga de anhelos oscuros, sea mi destino inevitable. Mil voces cantarán mi victoria, pequeña musa de sombras ignotas, mil banderas oscurecidas guiarán tu triste caída.
¿Dónde sembraste rencores refulgentes y amarillos?, ¿fue en mi corazón o en mi memoria?, ¿fue en el inminente torrente de mi poesía herida?
¡Oh!, fructífero ¿verdad?...no. Sólo que a veces ustedes mismos me inspiran a hacer cosas grandes o pequeñas, a escribir en la luz o en la oscuridad. Sí, está bastante crudo lo que escribí, al menos a mí me parece así porque generalmente busco mucho los idilios. Bueno les presento mi lado "B", no es más "B" que otros lados "B" que habrán visto por ahí, pero es igualmente "B".
Saludos para todos, la verdad esto del lado "B" me agota un poco. Igualmente es bueno recordar a familiar y a familia, a mi mamita bella, a los niños de la casa que nunca me visitan, quizás si los pelara se pasarían en mi blog, a Laurita que parece que se la tragó la tierra o el mar, a la negris, a Alex (is) que debe estar en termodinámica, a Vex que debe estar estudiando algo de eso que estudian los médicos, a Yerko y Camayo, a Finta. A la Sally. No sé quién se me escapa. ¡Ah! la Pauli.
Eso, gracias por los comentartios y que sean muchos y que sean, además, comentarios "B".
Los quiero.

Sí, he estado medio callado, no por falta de vivencias, sino, básicamente, por falta de ganas de compartirlas.

Días intensos, demasiado.
Poco a poco me voy sintiendo menos capaz de escribir.
La luna no está conmigo, lo peor es que se quedará lejos de mí, al menos hasta que podamos hablar. Recordar el pasado me alegra, me inspira, me llena de sensaciones. Pero no es sano seguir pensando en ello. No me escapo mucho del viejo que leía novelas de amor, saboreando recuerdos, patético colega, patético hermano de armas, patético retrato de mi propia figura en la hostilidad invisible. Éramos culpables, lo sabíamos y callábamos, éramos culpables, pero eso no importaba. ¿Cuántas lunas nos vieron caer en el silencio y la negación?, ¿cuántas lunas nos vieron condenados por ser fieles a la inocencia?
Lloraban los campos lejanos, las voces eran una sola, las caricias estaban perdidas en el silencio. Nada era como ayer, nada seguía la ruta que juntos trazamos con pétalos de ensueño. Éramos culpables de amar la inocencia. ¡Cállate!, que no haya motivos en la penumbra, ¡cállate!, ¿no es tu culpa que las caricias se transformaran en lágrimas?
Había olvidado que la poesía sólo dibuja lunas de sangre y mansiones ignotas. Había olvidado tu nombre, había olvidado que más allá de los sueños se erigen tus reinos abismales y fríos, tus dominios amarillos y rojos, donde el llanto es la pincelada, la obra maestra.
Pequeña hermosura inconclusa, ¿dónde perdiste el corazón?
Pequeña rosa de carbón y noche, ¿dónde perdí tu mirada?, ¿en qué abrazo, en que caricia, en que aliento?
Tus dedos son estrellas, agujas de luz eterna que atraviesan el corazón de los océanos, ¡no lo mereces!, eres llaga en la apacible noche, eres el centro de la galaxia ensangrentada, ¿y quién escucha mis ruegos?, sólo tú, en el centro de la galaxia muerta.
¡Oh, pobre de aquél, pobre de aquél! ¿Por qué lloran las azucenas?, ¿por qué no buscan en el corazón de la tierra la estrella que en silencio desterró para siempre?
¡Oh, pobre de aquél, pobre de su sangre! ¿Por qué busca la estrella que las azucenas no pudieron encontrar?
Hay un haz de mi poesía en la frontera de su cuerpo, hay un verso desterrado al olvido que duerme en su boca, hay un pétalo en sus mejillas que la visita en el rubor, hay un beso de mi boca que cayó sobre su vientre, hay un beso de mis versos que cayó sobre su pecho.
¿Dónde dejamos el ayer?, lo sé. Dormido en la maldita inocencia, dormido en la galaxia muerta, dormido en las lágrimas ajenas.
Saludos para mi familia y para familiar, para mi mamita, para mono y la Andrea, para los wiines en general, a Yerko y Kamayín, para musculín que nunca me visita, para Vex y para Alex (is), gran tarde la del sábado, para la Laurita que desapareció (¡regresa!). Para la Sally que a veces me habla, para la Pauli que me ha vuelto a sonreír, para la Ceci, que se olvida de mí cada cierto tiempo. Saludos a la Coté que me debe una conversación muy larga, no creas que no te quiero.
Gracias por los comentarios que han dejado, gracias por los que dejarán, gracias por apoyarme y gracias por la alegría que me dan.
Me despido.
Hasta luego.

Vivo sin inspiración sana.
No sé si han escuchado una canción muy vieja de Pedro Infante, “Senderito de Amor”, es una canción popular, bastante simple, pero de mucho sentimiento. Me siento como el protagonista de esta canción. A veces creo tener la solución, pero ella siempre se esfuma, es así. Así la quiero, pero mi aceptación no implica que no me cause cierto sufrimiento.

Me siento como un viejo, como un viejo de aquellos que se sienta a revisar las fotos del pasado y que, ya habiendo vivido, sólo recuerda y sonríe. Lo raro y lo angustiante es que yo no sonrío.

Ella se esfuma, es mi presente sombrío, le gusta serlo. Es dulcemente pretensiosa, muy pretensiosa. No sé que tiene. Preferiría retomar mi pasado, aunque le moleste, pero ella es la luna que hoy necesito ver. Aún recuerdo momentos en que ella era sólo una comparsa de belleza artesana. En que ella significaba el más cruel de los pecados. Ansío, aunque sólo quizás le moleste, volver a mi ayer.

¿Recuerdas cuando éramos felices morenita bella? Y pensar que siendo de carácter fuerte, nunca te enojaste conmigo. ¿Ves que soy bueno?, ¡demasiado!, me dijo ella. ¿Lo crees negrita?, ¡demasiado bueno! No sé si tomarlo como un alago o como la evidencia que me faltaba para creer que ella piensa que soy tarado. Quedan sólo cuatro años. ¿Te acuerdas?

Es dulcemente pretensiosa, demasiado tal vez. Es como la…como la niebla. Me abraza, me besa, me entrega la mirada más bella (del presente), pero siempre con esa sensación de inmaterialidad.

Era hermoso estar contigo, mi trigueñita linda (no te gustaba que te dijera así), era hermoso realmente. Si no hubiese cometido tantos errores. Tú me enseñaste la palabra “bello”. Antes de conocerte mi lenguaje tosco sólo concebía el “bonito”. Era hermoso tocar tus dedos, sentir que me querías, buscar tu mirada entre aquellos extraños y dormir en ella, en la calidez y la complicidad. Eso jamás volverá, amo tu orgullo, no podría quitártelo.

Es muy bella, lo sabe, lo disfruta, disfruta sabiendo que lo creo así. Ella es muy pretensiosa, lo sabe y le gusta. Ella es como la niebla, como la lluvia, ella es como la luna nueva.

Era bello soñar contigo, te recordaba muy bien. Era bello hacerte poesía, imaginar lo que sentías cuando, desde la cabeza de Arauco, hacía volar versos a tus dedos, hacía volar dibujos y sueños de niño. Era hermoso oír tu voz, tu esperanza. Te quiero mucho.

Ella siempre ha sido libre, sabe lo que provoca. Sabe que los celos son dulces, son su placer más oscuro. Ella sabe que puede separar el cielo del mar con una palabra.

Así es mi triste presente morenita, enamorado de tu pelo, de tus labios, de tu esencia.

Así es mi presente mi trigueñita linda, enamorado de tus dedos, de tus ojos, de tu voz de miel.

Así es mi presente, lejana esperanza, enamorado de tus gestos, de tu filosofía, de tu natural hermosura.

Así es mi presente, niebla pretensiosa. Enamorado de lo que significas.


Saludos a mi familia, a familiar y a mi mamita, a los niños que viven conmigo, que nunca me visitan, pronto los pelaré por este medio, a la negrita que para variar también sale esta vez (no te asustes), a Laurita que ojalá haya podido entrar a la casa. Saludos también a mis amigos, al Alex(is), que no me llegó la beca ese día, lo siento de verdad, al Diego, que pronto vendrá a Conce, a Yerko, pronto venceremos la separatidad, jajaja...a finta, que es otro que nunca me visita, pero que con sus amagues deleita a todos aquellos que gustan de los dribleos...a lelec, que me tiene que dejar un post cuando pase por aquí, a la Coté que ojalá no se enoje...aunque el ofendido debería ser yo, nunca pensé que me sentiría tan rata, ¡quiero un poco de ese vil y asqueroso dinero!...saludos a la Sally también.


Mis especiales saludos son para la Pauli, que está de cumpleaños mañana...ahora te dibujo más real tal vez...inserta en mi mundo pagano. Amo tu orgullo, no podría quitártelo.


Eso...sólo buenos comentarios...sé donde viven, así que no intenten nada...jajaja.

Lo que sea será bienvenido...
La canción la pueden escuchar aquí en mi blog, pero deben esperar que cargue. Gracias por la pacienciencia...para los que no cachen es después de los videos. Play...y a esperar!!
De los momentos felices no tengo muchos recuerdos (típico), tal vez no fueron tantos como hubiese querido yo. Iba en el bus y me puse a llorar, creo haber visto el supermercado al que habíamos pasado a…caminar, eso fue el detonante, aunque no estoy seguro de que se tratara de ESE bendito supermercado con un letrero enorme, ESE bendito supermercado donde, ya separados definitivamente, la llamaba “tía” buscando sonrisas y amor por costumbre…extraño el campanil, le decía, como queriendo dibujar indiferencia, como queriendo extrañar realmente ese símbolo que ahora me parece innecesario y anticuado. Iba en el bus y me puse a llorar, dejaba ese lugar hostil, donde me daba miedo andar, pero la dejaba a ella, allí, nunca indefensa, pero…no sé, quizás no lloraba por ella, sino por mí, quizás lloraba porque mi sueño terminaba. Iba en el bus y me puse a llorar y la gente me miraba, y el auxiliar me decía solapadamente: “¿te pasa algo?”. Nada.

Lloraba en silencio, pero más que mares nacían de mis ojos y todos me miraban, ¿y qué?, ¿qué más podría pasar?, siempre exagero y hasta la muerte me parecía dulce en ese momento.

Recordaba cada segundo, a veces parecía estar loco, entre lágrimas reía, como aquel obsesivo artista que mira la figura inspiradora como un objeto poseído y que como el más ejemplar antihéroe lanza una carcajada que celebra su victoria, de victorias, nada en ese momento, ¿qué hacía?, escapar.

No tengo recuerdos felices, sólo el miedo que tenía aquella tarde del primer beso, que se repetía, hiperrealista, su silueta burdeo al otro lado de la avenida, sus labios suaves, poco naturales. Sus mejillas deliciosas, sus dedos hipócritas.
¡Diarios!, todos los del lunes, o sea, todos los suplementos y cuestiones, el deportivo, finanzas, no recuerdo los sucesos relevantes que ocurrían en Chile, sólo sabía de angustia. Tenía que firmar un papel en el banco recuerdo, en la sucursal de Collao, allí donde se pasean señores con uniformes verdes, negros, marrones, como el que usaba su papá.

Fue difícil, hace más de un año, lo soñé anoche, o lo recordé antes de dormir, o…o sólo quería que lo supiera, no sé…quizás necesitaba escribirle algo…no sé, tal vez necesito verla, aunque sea sólo antes de dormir o dibujada con dedos de niño en un papel.

A la pensión a escribir, no sé si tengo aún ese…desgarrador y hasta insultante poema, me descargué, dolor, mucho, lloré de nuevo, me fui a dormir, a eso de las ocho. Es triste y exagerada la analogía, “el sueño era el olvido”, me desperté cuando la triste mazmorra era un nido de grillos. Recordé el regalo que le llevaba, “Para Mi Negrita”, decía en la primera hoja, poemas y más poemas, cantos de un desafinado, que hablaban de ausencia, de magnitudes derrotadas, de besos anhelados, de todo lo que se le ocurre al pelotudo más ingenuo de 18 años que todavía cree estar viviendo sus súper dulces dieciséis. Ahí decidí madurar, aunque mi decisión se invirtió en un segundo por mis actos. Tomé las hojas y las rompí (¡que maduro!), hasta que ya no había forma de unirlas, las tomé y las metí en la cocina a leña que había hacía el final de la cocina-living-comedor de la pensión. Quizás era primera vez que se encendía fuego en esa estufa. Imaginen escena más patética, un huevón peludo, en calzoncillos prende fuego, llorando (sí, una vez más), a su amor perdido, en medio de la nada que dibujaba la oscuridad. Era requisito de romanticismo que estuviera en medio de la completa penumbra. Me dolía la cabeza. No pude dormir bien, la mazmorra me parecía más húmeda, el cigarro impregnado en cada objeto de mi espacio “vital”. Me sentía tan bajo, me sentía ridículo. La veía riendo, fumando en la puerta de su casa, conversando de la vida con alguien, una vida en la que yo no existía. Me dolía la cabeza, no era yo el que ocupaba mi cama y fumaba mis cigarros, no era yo.

Mi problema es ser demasiado bueno o al menos creer, de corazón y sin dejar atisbo de ironía, que soy una buena persona, respetuoso, romántico y cálido. No era sólo mi corazón el que caía hecho trizas sobre el suelo áspero de mi pensión, era mi ego, todo lo bueno que veo en mí. En qué estaba pensando aquella morena de belleza ibérica, gitana, aquella musa elevada más allá del más allá, cuando me dijo: “sí…incluso de ti”. ¿En qué pensaba cuando al ver mis mejillas ensangrentadas de mar fruncía el seño e imploraba mi silencio?, ¿esperaba que tomara la lamentable pérdida con estoico semblante?
¿En qué pensaba yo cuando creía ser imprescindible para alguien que era mucho más grande que mi propia figura?

De allí en más, sólo pensar, como verán ya no lloraba, sólo pensaba en la cobardía. En lo que sentiría ella. Pensaba en cómo olvidar los libros, la poesía, las rosas, las sonrisas, los besos, en cómo olvidar cada segundo de sus ojos abismales y perpetuos en los míos.

Ahora tengo sueño, quisiera seguir, pero mis ojos lo impiden, ya no por las lágrimas, sino simplemente por el sueño.

Saludos a todos, a mi hermano Mono, ¿cuándo te vas a aburrir de mí?, a mi mamita, a familia y a familiar, a la Laurita que se hizo presente (levemente) el otro día, a la Coté que no me ha devuelto la luna, no sé cuando te pueda invitar, pobre como las ratas. A mi hermano Felipe, yo sé que eres fuerte. A Yerko, mi futuro anfitrión y a quien daré el relevo de mi ya muerta poesía. A finta, que me tiene que esperar también, espero que con más cultura de café (with legs), a Alex (is), grande maestro, amigo. Al Diego, que debe estar haciendo de las suyas con las ecuaciones. A todos quienes viven la otra pasión de Cesantes F.C.

Hay mucha gente a la que aprecio, no siempre me acuerdo de todos. Mi memoria es ejemplar, pero no siempre. ¡Ah!, a la Sally, que me debe una larga conversa. Al Claudio, los Antropólogos son inmortales.

Y bueno, a la negrita, que se debe ver bellísima con su guatita. Gracias.

Esto es un homenaje para ti y para la sinceridad, sé que me entiendes.


Hasta luego.

Adiós Al Adiós

La verdad es que ya estaba bastante aburrido de mi entrada anterior, primero porque espero superar la tristeza que me provoca dejar de escribir y segundo porque al parecer no fue problema para muchos que yo dejara de hacerlo.

Ahora me apresto a cambiar de rumbo, aunque no radicalmente, aparte de profesar mi pasión por EL BULLA a través de videos y de sufrir por las mismas causas de siempre (ya sabés) comenzaré a trabajar en los cerros de Talcahuano o al menos eso espero.

Lo cierto es que mi mirada (en sentido superficial, estricto y no metafórico) es bastante vírgen, no he tenido la posibilidad anteriormente de observar pobreza como la que, entiendo, se da en los cerros. Más aún, será difícil lidiar con el trabajo, no porque no me agrade lo que voy a hacer, sino porque es posible que encuentre personalidades nuevas para mí. Hacer talleres de poesía (ya ven, soy como los futbolistas que se retiran y después son técnicos) es algo que me agrada mucho hacer. Tal vez mi falta de talento se explique porque en medio de ese entorno olvidado por las autoridades y las "políicas sociales", se encuentran, subyugadas a un destino incierto, un grupo de almas que guardan el secreto de las palabras, tal veaz encuentre allí el talento que me faltó.

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Me da la triste impresión de que mi destino, o mejor dicho, mi Karma, es verdaderamente imposible de erradicar, siempre creí en la autodeterminación de los individuos (en pro de los colectivos, según mi percepción) para forjar cambios en lo que parece rígido y absoluto. Pero, ¿puede realmente escapar el pobre e indefenso ser humano de lo que parece estar escrito en una especie de libro de la vida?, a veces sí, a veces no.

Lo preocupante es el no. Siempre termino en las mismas (sabés a que me refiero), no encuentro ese camino, ¿por qué las cosas no se me pueden hacer fáciles una vez?, no pido más. ¿Por qué debo caer en la duda una y otra vez?, no dudo lo que siento, sino si es correcto lo que pretendo hacer, lo que busco hacer e incluso si es factible actuar como creo que debo hacerlo. El rechazo es un tema fuerte para mí, no me ha ido mal, para nada, tal vez por lo mismo me da miedo.

Cuando la luna no está en mi cielo, de seguro está en su universo.

¿CÓMO IRRUMPIR EN LA MARAVILLA SIN DEJAR MARCAS DEL BARRO QUE LLEVO EN LOS ZAPATOS?

Saludos a la Coté, que me debe un helado de vainilla, luego de que yo la invite a ella y supongo que una cena después de que la invite a cenar, y así en sentido ascendente...te quiero mucho.

A Mono, a mis amigos en general, a mi mamita, a familia, a familiar, a Laura, a la negrita (que nunca me olvido de ella), a la Andrea que se porta rebien conmigo y a la Pauli, linda persona cuando estás con ella. ¿Será necesario repetir que los quiero?...sí.

Retiro Voluntario


No es fácil anunciar un retiro, pero es así, ya no da más.
Hace tres años pensar en este momento era algo raro, hace tres años tenía miles de sueños en que la gente suspiraba al leer mis poemas, en que mi musa, alta como minarete, enaltecida más allá de lo humano, vivía ensueños de oro y estrellas al saber de mis más dulces y locas iamginaciones.

Me encanta escribir, pero no me hace bien seguir en ello, escribo millones de sueños, que finalmente creo, lo expresé hace poco; había olvidado que la poesía sólo dibuja lunas de sangre y mansiones ignotas.

Es difícil, lo juro.

Ahora me dedicaré a lo opuesto, a pesar de que me jacté tantas veces de "no leer porque los libros los creaba yo". Sí, me dedicaré a leer.

Ojalá este retiro sea como... esos retiros chantas, como el de Michael Jordan, tal vez vuelva con más fuerza después. No quiero retirarme en términos absolutos.

Me queda terminar el libro último que estoy escribiendo, el de la Laurita.

Quiero recomendarles a todos mis fans (jajaja) que lean a Felipe Trigo, es rebueno.


Mis especiales agradecimientos a todas aquellas personas que me ayudaron a vivir esta larga etapa, Paula, Ceci, Pauli, Laurita, Francisco (Mono), a mi Mamá, Familia, Familiar, los adoro... bueno, si se me olvida alguien, me dice...


Antes de despedirme, quiero agregar que NO ABANDONARÉ este espacio, seguirá funcionando, con otro color y otro aroma.
Gracias por vuestros comentarios y ¡olé!

Es cierto, no puse a la Coté, pero no es que no me acuerde de ella, de hecho la recuerdo más de lo que ella cree...

Lo mismo digo, fue grato, me debes un helado de...¡vainilla!