Modus Operandis


La vida tiene una sutil forma de actuar. La he visto violentar inmisericorde a cada desdichado que ha caido en la incerteza de abrazarla. Lenta y venenosa, fría y calculadora. Besa, jura, entrega, volviendo sus ojos almendrados y vivos hacia el corazón. Besa, jura, engaña, toca mis labios con besos de néctar, abraza mis sueños con su aroma natural, con sus labios maduros y maternales. Fuego, ventura, pasión y ternura, todo en un segundo y para siempre. Besa, jura, como jura, con el corazón de una ninfa inocente entre sus dedos delgados y estremecedores.

Culpable de creer en ella, de seguir sus aroma inmaterial. Maldita sea la vida, maldita su enfermiza forma de hacerme aferrarme a esa esperanza infantil y tonta de que el amor vendrá un día con sus brazos acogedores a fundirme en su pecho.

Ha muerto, juro que ha muerto.

Antes que la verdad absoluta está la creencia absoluta. Estúpido infantil, la vida no sabe amar, no concibe el amor, por eso quita de mí cada dulce amor que copa mi pecho. ¿Por qué juro mi negación absoluta? Es fácil de entender, ¿no crees? Y es que esta vez la certeza era absoluta. Hoy no olvidaré, ni hoy ni mañana, ni nunca.

Desde hoy seré un...excéptico. Sí, el más acérrimo, el más fundamentalista. ¿Dónde queda la magia ahora?, ¿dónde está el amor ahora? Sí, aquí, inclemente en mi pecho. Intenso y despiadado, azuzando a la ausencia a reirse de mí.

No es tu culpa, es mía...por creer en esta vida cruel y enferma.

Sabes lo que siento.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

me desvanezco en lágrimas provocadas por tu ausencia requerida...

quisiera arrancar tu corazón de mi pecho...

ya vendrá...el tiempo cura todas las heridas.

¿desde cuando mi más anhelado sueño se convirtió en mi peor pesadilla?

ya recordé...desde que quise aceptar mi vida.

(omito)