¿Oyes lo que dice mi corazón?

Sabiamos que tener un reino no sería fácil, pero estamos juntos.

¿Oyes lo que dice mi corazón?, ¿oyes sus palabras de dulzura y vigorosa tentación?

Sabiamos que en el cielo no todo son estrellas, que desde la gruesa lluvia nacen pequeños destinos de dolor y cansancio. Pero ya ves que allí donde calla tu corazón y tu aliento nace un haz de sueños míos para besar tus labios de néctar irrepetible.

Sabíamos que no sería fácil poseer tan vastos sueños, tantos besos y caricias en los límites de una fortaleza de silencio ignoto. Pero ya ves que mi pecho cobija tus sueños y mis labios bendicen tu frente llana y despojada de quietud.

Mírame a los ojos y dime que jamás cruzarás ese horizonte que te ata a mí, mírame y no calles el caudal imperioso de tu corazón eterno. Y es que es tan dulce la vida cuando liberas el almíbar impetuoso de tus labios amantes.

¿Oyes lo que dice mi corazón?

Tómame, toma mi aliento y el latir de mi corazón, mi aire y mi vida entera, tómame sin miedos. Viva, tan férrea y desolada, ¿por qué no tomas mi mano y me llevas a tus campos oscuros? ¿No debería conocerlos yo también? Mi sueño no omite los momentos tristes. Quiero ser el centinela de tus sueños, aquel que te protege sin medidas, sin vida y sin destino.

Toma de mí lo que quieras, sea mi corazón o mi voz.

¿Oyes lo que dice mi corazón?

No te dejaré, siempre estaré a tu lado, es mi destino y mi vocación, es mi destino y mi amor.

Fuerza, mucha fuerza...estoy a tu lado, nunca será diferente.