Libertad




Mírame, no tengas miedo de mi aura, es alba para ti, es pura, nueva.

La espera en ti es dulce, como dulce tus labios que no he besado, como dulce es tu piel de aire y manantial. Mírame, no tengas miedo, eres libre ahora, de volar con mis alas, de besar los pétalos voluptuosos de niebla y almíbar. Eres libre de tomar mis manos, de mirarme a los ojos, de vestirte de versos y conquistar la selva y la marea, el universo y la vida.

Aquí estoy, como tu sombra y tu silencio, como quien vigile tu silueta cuando te vayas de aquí. Yo seré quien te espere en la vistosa soledad, en las luces y el destierro, en el amor y las columnas del tiempo.

Mírate como yo te veo ahora, libre, tan libre como el pensamiento, libre, tan libre como el verso nuevo, como la más tenue suavidad.

Mírate en medio del universo, eres sólo tú, viva y poderosa, eres la gloria del final y la magia del alumbramiento.

¿Ves?, ya no basta mi verso, ya no basta el silencio. Tú, en las manos del destino, del destino que dibujó tu mirada y tu aura de nieve inmortal.

Ya todo lo sabes, eres libre, como lo quiera tu corazón.

Mírame a los ojos y vete ya. No olvides que siempre estaré allí, siempre aunque no te guste así.

La vida no le pertenece a nadie más que a ti.