Amor:


La noche es joven y me urge cantarte, hacerte vivir en mis palabras como viva estás en mi pecho...amor, dulce mía, he de alabarte, fiel.


La noche avanza lentamente y a pesar de la dolorosa distancia, te siento aquí...siento el calor bendito de tu aliento dormido sobre mi pecho, siento tu voz un tanto perdida en el cansancio propio de una jornada tuya...estás conmigo, colmándome de amor...estás conmigo.

El amor jamás significó para mí tanto como ahora, no lo despreciaba, lo sufrí mil veces, pero ¡cuán equivocado estaba! Ahora caigo en cuenta de que muy probablemente (para no hablar en términos absolutos) jamás conocí, hasta ahora, el amor.

Tarde especial, siento que podría abrazarte una vida entera y aún así estaría sediento de tu aroma bendito, de tu cuerpo ajustado al mío, en esa dulce embriaguez de estar a tu lado.


Si tan sólo fuese como el céfiro dormido que habita tu piel,
si tan sólo me amaras como siempre me has amado
y como siempre me amarás,
sería mi ser tan puro y entero como lo es.

Mujer, esencia,
mujer, conjugada,
mujer, pura,
mujer...mía.

Cuando en medio de la fría noche sideral,
mis dedos golpean la brisa
que libera la amalgama destronada de las nebulosas,
veo en el centro del universo tu ojos de miel
y duermo,
en ellos,
en ti,
en tu gloria
y tu triunfal esencia.

Te Amo,
como ama a la montaña la calidez de la mañana,
Te Amo con el corazón vertido y conjugado,
Te Amo como ama la vida a los amantes,
como ama el suspiro a la soledad,
como ama el silencio a la quietud.

No quiero más ausencia, no quiero más ausencia, te quiero conmigo para toda la vida...desde hoy y para siempre...


Te Amo María de los Ángeles...

Disculpe lo poco...la inspiración ya no cabe en el blog, sino en lo íntimo y lo personal...TE AMO.

Hace 11 meses...


Hace once meses muy pocas personas sabían de lo nuestro. Hace once meses ya soñábamos con una vida juntos, hace once meses nos imaginábamos una vida de alegrías e idilios. Amor mío, ¿es así la vida que nació en tus sueños de niñez?, ¿soy yo el hombre que imaginabas cuando entre flores silvestres veías el destino reflejado en la suavidad de las nubes?

Hace once meses yo, atrevido, me acercaba lentamente a tus labios y con dedicada delicadeza besaba tu boca pequeña y dulce, yo temblaba como un niño asustado, mientras en tu pecho llevabas una procesión de dudas y confusiones. Quise regalarte amores nacientes, tocar tus dedos, acariciar tus mejillas, dibujar en el aire ternuras sólo tuyas, sólo tuyas.


¿Recuerdas el aroma del aire que nos cobijó?, ¿recuerdas el temor que juré desterrar de tu corazón?


Amor, mi niña, hoy es un día especial para nosotros, como muchos antes de este y como muchos lo serán en el futuro. Somos une hermosa pareja, somos el uno para el otro (que bello suena, ¿no crees?).


Déjame tomar tu mano para vivir la vida juntos, déjame mirar tus ojos y jurar una vez más; que te amaré toda la vida, como sólo a ti puedo amar.

Te Amo María de los Ángeles, Te Amo y siempre te amaré...

Estoy orgulloso de ti...

Te Extraño


Desconozco en términos prácticos la distancia que nos separa ahora...pero de seguro son miles de kilómetros...esta loca imposibilidad que dan las circunstancias y la intensidad de la necesidad me hacen, por lo menos, odiar la razón de las magnitudes. Puedo vivir estas horas sin ti, es muy probable que no muera por tu ausencia o por la soledad a la que has sometido a mi cama, pero si me apuras, como diría Solavarrieta, te aseguro que a pesar de que mi vida no corra peligro no tengo ni la menor intención de estar solo.

Está bien, no corro peligro, pero no es eso motivo suficiente para revelar frente a ti mi conformismo. La obsesiva forma en que la tiránica Exterminia intenta alejarte de mí no hace más que alimentar mis ansias por correr hasta tu ventana y luego de mil llamadas pidiéndote que asomes aparecer como la imagen de un espectro ante tu atónita mirada. No me pidas que sea displicente en esta situación en que la injusticia se cierne sobre mi cabeza. No es la forma en que un partisano hace las cosas, ante la forma en que esta señora (que tal vez es un poco diferente) te protege de mis sucias garras no me queda más que luchar feroz y ciego.

Te extraño, estoy tan cerca de ti...a pasos de ti, a una fría y desolada caminata se encuentra la razón de la gloria...tú, amor de mi vida, estás donde duerme el silencio, en el seno de un lugar que jamás antes noté y que ahora se transforma en el centro absoluto de mi universo...si eres mía no entiendo el porqué de esta tediosa lejanía. Allí estás, sentada frente a las victorias que bendijo con su brazo guerrero el mismo universo, esperas un qué sé yo, al más puro estilo de un clásico tango...no sé qué es lo que buscas y tampoco entiendo el motivo de tu espera. No soy yo, yo estoy aquí, siempre presente, como la memoria, pero no me miras ni te acercas a buscar en mis labios un sorbo de lujuria nebulosa. Quizás esperas que el mundo duerma para secuestrar mis reacciones y acercarme de súbito a la gloria de tu presente y viva majestad. ¿Qué sé yo?...yo sólo espero una mirada, pero tú no me miras...

Te extraño y de tanto anhelarte siento como flaquea mi propia seguridad...ahora mismo lucho contra lo probable y me doy cuenta de que no importan los reportes médicos ni los programas acerca de la inexpugnabilidad de la vida...si no estás conmigo corro riesgo de dormir y no despertar más, de visitar el cielo de perritos para despedirme de "Cheo" antes de descender al mismísimo Averno. Mucho no puedo hacer...llamarte sería perturbar tu reflexión y aparecer frente a tu ventana despertaría tu encono...quizás deba caer, como me lo dicta el poderoso influjo de un fatalismo que surgió con poder telúrico y que no se detiene...

Amor, intentaré mantener la vida hasta mañana, cuando se cumpla una vez más la dulce promesa de nuestro encuentro...

Yo Te Amo María de los Ángeles...

Suavidad...


Como si la vida se resumiera en tu mirada buscaste mis ojos con expresión dulcemente celestial, querías decirme algo en un lenguaje que desde los paraísos seculares desciende a las almas presurosas. Una expresión diáfana cruzó mi frente enamorada y sin mediar un gesto más me golpeaste con un beso, con una caricia temblorosa y la voz extraviada sobre destierros inimaginables. Más no pude hacer que estallar en franco y desolado llanto...así, al fin, nos fundimos en la humanidad...


Te bebí silencioso, con el aliento agitado. Pecador insigne, gritaron sobre mi cabeza las voces de cuantas vidas acuna el cielo, ¿por qué callas ahora?, ¿qué esperanza de cristal sostiene tu pecho húmedo, enloquecido y amante? Nada más dijo la luz de los condenados, de los inocentes y los purgados, la noche terminaba sobre nuestros cuerpos desnudos, pero en el terrenal edén de tu vientre se alzaban apenas las primeras semillas de una tarde gloriosa...sin miedos me acerqué al centro del universo para coger de entre los soles convocados un racimo de brillos estelares, una ánfora de mieles divinizadas y un retazo de cielo absoluto y antimaterial. Tú dormías entregada a los tiempos que danzaban sin voz entre las tenues antorchas de una selva misteriosa y desconocida, tu piel imperiosa besaba las hojas del cedro que bebía en los mares almibarados de la memoria, en fin, la boca del tiempo se calló y una lágrima calló estrepitosa por su mejilla, su paso se hizo estandarte y nunca más fue recordado con temor.


Tomé tus dedos y tu cintura, y tu vientre y tus pechos, y tu frente y tus mejillas y las besé, sin temores ni recatos en medio del más claro atardecer, cuando un ocaso de nieve se regocijaba en tus piernas y el tenue atisbo de un leve escalofrío desaparecía y se fusionaba en mis brazos. "Que Dios te bendiga", susurré con más ardor que locura y caí entre tus brazos, así la vida se volvió hacia mí y con una mirada precisa se remontó a mi pasado. Mil voces, mil sonrisas, mil tormentas y mil silencios, todos se agolparon sin prisa ni temor, como evocando un caos concebido en los montes inimaginables. No hubo en ellos una razón mayor para la paz, ni razón poderosa para la plenitud infinita más que tu voz diciendo que me amas...así volvió de su sueño la gloria impertérrita y perdida, así se posó sobre tu piel para gobernar en ti, para ungir de maravillas cada aliento de tu boca, cada fina expresión de tu divina creación.


Te Amo María de los Ángeles...más que a vivir, más que a vivir...

Una Pequeña Vida Juntos


No es fácil (para el común de la gente) mantener una relación de siete meses sin percances mayores que la maña de un Mañío como yo o las de una niña que sabe que la amo con todo mi ser y se deja llevar por su protagonismo infinito en mi vida. Nada que reprocharte María de los Ángeles, esta pequeña vida juntos ha sido más que eso y lo sabes, aunque nadie más lo entienda. Nuestro amor nunca fue de los comunes y corrientes, nunca se ha dejado mermar por las circunstancias, tampoco por los miedos que ambos tuvimos y siempre seguiremos teniendo. Sabemos que no existen los amores cobardes, que no existe la verdadera felicidad en medio de la flaca desidia de los temores que superan el alma de aquellos que buscan en el cielo las respuestas que sólo existen en el corazón. Sin miedos no habría valentía y sin ella el amor cae en el sopor propio de la ceguera de quien niega que en la dulce realidad cada momento puede desatar una lágrima poderosa y precisa.

Eres la calma de mis días, la alegría de mis noches, la quietud que iza mi corazón hasta las alturas inimaginables de tu paraíso. Eres mi vida entera, la gloriosa magnitud que el amor no ha alcanzado en la prosa del literato ni el la lírica furiosa de los poetas. Tú María de los Ángeles, mujer de semblante dulce, de mirada quieta y cristalina, de sonrisa estelar...Tú María de los Ángeles, eres el amor de mi vida.

Quisiera poder sentirte, beber de tu presencia, de tu aire delicioso, quisiera poder tocar tus dedos en la oscuridad absoluta, detener la vida en la ternura de tus besos, vivir, vivir eternamente enamorado, eternamente tuyo, eternamente tuyo.

La noche avanza, pero sin ti no existe la calma que busca mi pecho...

El tiempo avanza, pero sin ti no existe el silencio que busca mi corazón...

La vida avanza, pero sin ti no existe la dulzura que buscan mis labios...

¿Dónde vive la luna cuando no puedo besarla ungida en tu vientre?, el sidéreo te bebe noche a noche y yo en él me regocijo, con el reflejo magnífico de tus párpados silentes...huyes, huyes de mí esta noche, como huye también la violenta magnitud de los cielos perpetuos. Imperiosa, victoria de los valles, ¿dónde duerme la gloria de los mares que bañan tus pies?, beberla quisiera, para dormir ebrio de ti, para besar una vez más tus pies, para decirte una vez más que eres el amor de mi vida.

Duermes...ahora duermes, yo te canto como bestia hambrienta, como quimera desatada y atormentada, porque te amo y tu ausencia mata, porque en esta pequeña vida juntos nunca dejaré de necesitarte.

Te Amo María de los Ángeles...Felices Siete Meses Juntos...

7...Siete


Poco falta ya para que se cumplan siete meses desde que te pedí pololeo la noche del 10 de Agosto del año pasado...estoy solo, un tanto abatido, quisiera que todos los momentos que vivimos regresen violentos e imperiosos y poder vivirlos y beberlos de una sola vez, como desesperado, como si fuera tu ausencia la sed que se destierra a sí misma desde los reinos del deseo y la locura...volver a tocar tus dedos frente al mar en Dalcahue, sentirte poderosa con el sotavento imperecedero de Achao o poder beber de tu piel en Valle Simpson, Aysén o Coyhaique...quisiera que volvamos a vivir juntos todos esos momentos, más ahora que descolgado de la razón le ruego al cielo empalizado de un claro celeste que me vista de cada sensación que ha nacido de ti.

Siete meses, ya es más que medio año, mucho más que medio año y el primer paso en la recta final hacia nuestro primer aniversario. Todo por aquí tiene un sabor diferente, la vida no es lo que solía ser y la verdad dolorosa es que pasará mucho tiempo para que regrese a su habitual gloria. Aún así...cambiaste completamente mi vida...aunque las cosas no sean como antes sé que quisieras que no hubiesen cambiado y sé que ceder es lo más importante en este período.

Te extraño, te necesito como necesita el aire quien se alza en las alturas andinas sin saber de su traicionera forma de ser...

Quiero dormir a tu lado, como tantas veces dormimos juntos ayer...abrazados y sin mediar nada que nuestros alientos cercanos y profundamente enamorados. Me gustaría poder volar a tu lado, inmaterial y albo, como alba es tu esencia angelical, como albos son los néctares que libera el silencio de tu piel dormida. María de los Ángeles, corazón de mi corazón, quiero volver a ese pasado imperecedero que nos vio unidos por la inexpugnable locura del tiempo que nada significaba más que la consecusión de los sueños que juntos construimos y hacemos realidad. Ahora el tiempo se ha vuelto la triste magnitud de una realidad nueva y tremendamente dolorosa.

Nunca, nunca dejaré de amarte, lo sabes, lo sientes, lo vives y lo disfrutas...llegaste a cambiar una vida triste y confusa por una clara como manantial celestial, como el aire de las alturas que nunca ha conocido la bruma, alegre...por una vida alegre como tu sonrisa.

Quiero sentir tu dulce aroma, la cándida silueta de tus labios en un gesto a contraluz de una luna menguante y melancólica, quiero besar tu frente y rezar a los cielos una bendición inocente e inolvidable, quiero acariciar tus mejillas, besar tu vientre, dormir en tus sueños y en ellos vivir eternamente, como eternamente viviré contigo, como eternamente te amaré.

Te Amo María de los Ángeles...más que a mi vida, más que a mi vida...

Cuídate mucho, si algo te pasara yo me muero...

Saludos a la Fran, sigue siendo así...

Fuerza Familia...saludos a Pancho...

Sole Sole, gracias por leerme...

¡Te Amo de nuevo y para siempre Dulcita!