Anatoli Onoprienko, "La Bestia de Zhitomir"


Solo en casa, como hace mucho no lo estaba, es decir en consciencia de que, pase lo que pase, no oiré la llave entrando en la cerradura invertida, girando y dando paso a uno de los habitantes de la casa.

Hoy puedo pintar las paredes con témpera sin causar la extrañeza de mis coterráneos, puedo reir y llorar, sin que mis carcajadas hagan pensar que consumí altas dosis de alucinógenos, ni que mis sollozos hagan suponer que me encontré con el cuerpo inerte de un amor suicida en la bañera. Hoy puedo gritar que te amo sin amarte y que te odio sin odiarte, recordar mis amores pasados, enterrar sus recuerdos y luego, en extremo arrepentido, bañarlos en agua tibia.

Hoy puedo insultar al mundo con un rosario de garabatos, para luego decirle que, a pesar de que practico la disciplina de "Crítica olímpica", me agrada tener que encontrármelo todos los días con su cara poco amable en la entrada de mi carcelaria puerta corrediza.

Una mancha de sangre me recuerda que al entrar me apreté violentamente los dedos. a sangre no es tal, sólo la témpera que una niña hermosísima puso en mis dedos para que jugáramos a los pintores de sueños.

¡Libre!, ¡que dulce es estar libre!, con el corazón vacío de conjeturas, con la mente colmada de alegrías y colores atrayentes.

Así vivo mi libertad, sentado frente al comnputador para escribirles un par de sueños.

Hoy no estaba particularmente dispuesto a escribir, pero lo hice igualmente, porque a pesar de que mi éxito esta vez no fue lo que me hubiese gustado, necesitaba que mis fieles
y maravillosos lectores supieran de mí.

EGO.

Mis más siceros saludos para LA RAZA, Francisco (Mono), Mauricio (Vix), Rodrigo (Yupi), Alex (is) (El Perrito) y Diego, el único sin sobrenombre.

Para mi familia, Familia, Familiar, Mi Mamita, Mi Wely (ultra pelolais), para mi Tía Anita (la colación, que rica está...). Para los demás, la Coté, que me escucha siempre y que me
sabe toda vida, cuídate mucho y me tienes que venir a dejar la licencia. Para la Kari, persona maravillosa, ¡yo también quiero que hablemos pronto! Para quienes no pasan mucho por aquí, la señorita Laurita que me visitó el otro día, en una escuela de Surf,
Yerko, la Sally, Lelec.

Para la Pauli, fue bueno saber que estás bien, bella mujer.

Para todo aquel que siga con el puño alzado.

Para los bUllangueros de corazón.

Para todo aquel que se haya atrevido a leer esto.

Gracias por llamrme y por decirme cosas tan bellas, te adoro.

Felipe.