Solo


Sí, solo...dulcemente solo...

Afuera bailan maravillas, aroma a limonero, brisa fresca, sol...nubosidad parcial variando a despejado diría Iván Torres. Afuera danzan maravillas, el pulcro reflejo del sol en la ventana de Francisco me recuerda que las blanquecinas motas de algodón que galopan por el lienzo celestino pueden ser el presagio vivo de la indescriptible sensación de descubrirse...descubrirse solo.

Sí, solo...¿dulcemente?, no...sólo solo.

¡Cortinas a mí!, damasco, sí, diría damasco, pero más por instinto que por certeza de que su color sea el de aquel delicioso fruto. Fuera sol, fuera reflejos, y justo cuando las motitas vapóreas e indecisas han vuelto a ordenar su marcha y la han alejado del astro rey. Un tanto lúgubre, poca luz, mucho damasco, las semillas de girasol me seducen con miradas de salobreña integralidad. Quiero oír tu voz deliciosa, quizás huir de mi nívea y áspera celda para correr como celaje presuroso y descolorido, así como soy yo, ni más ni menos, sólo acompañado de la apremiante necesidad de besar tus labios pequeños.

Sí, solo...

¿Me creerías si te dijera que ya tengo todo desordenado de nuevo? Botellas, una por acá, otra por allá...ropa, mucha, pero poco funcional, el pareo sicodélico me saluda un tanto arrugado, haciendo brillar versiones simplificadas de Saturno y Alfa Centauro. Se ve cómodo, suave amigable...pero no amante.

Amante mía, te necesito, ya no estoy sólo solo, sino desesperadamente solo.

Treinta y cuatro mensajeros de aire, cada uno con una palabra almibarada en una alforja de papel, furtivos e impetuosos atravesaron mi pecho con ligereza alada, yo los busco, céfiros hermenéuticos, portan el mensaje que saciará mi pecho, lo presiento...

Sigo aquí, amor mío, sigo aquí y quiero oírte despojando de ternuras cada palabra que pronuncie, rasgando mi pecho para beber el zumo embriagante de mi amor. Yo te amo, Ángel del cielo, yo te amo hasta el silencio y la contemplación...

La tarde ha decidido ocultarse de la impetuosa necesidad mía por buscar retratarla sin omitir sus jugadas e intenciones...

Te Amo, no lo dudes, no lo olvides...Te Amo María de los Ángeles...