¿Y qué papel jugarán los actores inclementes de mi historia cuando vean que en el silencio era yo víctima y victimario? Alzarán las manos por sobre los pilares primordiales y dirán con los ojos ensangrentados; ¡he allí el silente mercenario del ser!, ¡he allí el amante plutónico que sin voz ha detenido las palabras!, he allí y sin más, el hijo de la gloria y de la mar desatada.

¿Dónde yace la bravura?, ¿es más cobarde quien abraza los reinos mortales del fin?, ¿es más cobarde que quien acepta con mirada encadenada el oleaje inclemente de la tormenta impetuosa? ¿Y qué poema aullarán como bestias al cielo?, ¿qué dirá mi padre?, ¿callará toda la vida?, ¿callará hoy como ayer?

¡Pobre de aquel!, pobre de aquel que sonríe al amor, que besa el aire, que acaricia los pétalos al pasar. Preguntarán: ¿en qué desierto perdió el amor?, ¿ha muerto sin aire que beber, sin hojas que acariciar con la mirada? Preguntarán y no habrá voz que caprichosa recorra el aire. Pobre de aquel, pobre de aquellos inmateriales penitentes, ¿por qué llorarán?, ¿no ven la gloria?, ¿o es que sólo existe en el reino de la Diosa ibérica, de la Diosa americana y oceánica?

¡Así será la gloria nuestra musa mía!, ¡así será la bravura que cantará la leyenda! Allí, tu y yo seremos Dioses nocturnos, crepusculares, allí seremos demonios, céfiros atormentados en lo eterno, así será nuestra gloria y la de tu sangre, así será la gloria, así será mi verso elevado en la locura, ¿y qué si tantas veces negué el camino que ella forjó en el músico y el poeta?, ¿qué importa el precio de la gloria cuando ya no hay ser para cumplirlo?

¡Cállate pequeño impetuoso!, ¡cállate!, ¿acaso no sabes de la vida?, ¡cállate pequeño insolente, no digas del destino palabra!
Les debo los saludos...
Adiós.


Amor Victorioso de Caravaggio.
No siempre podemos ser el centro para los demás y eso nos duele, pretensiosos cobardes, pretensiosos megalómanos. Cómo duele darse cuenta de que los errores dibujan decepciones.
Quizás para ti, el que se equivoca último se equivoca mejor (o más gravemente). Quien cogió la tela y la pintura, quien golpeó con trazos la blancura del lienzo no fui yo, yo sólo di el matiz de sensatez, la herida la hizo el puñal de tu voz, de tu "sincera" división.

Aunque más allá de las altas cumbres se dibujaba el silencio, ecos de muerte revoloteaban entre tus pies pequeños, callabas, sin saber la razón de las danzas estremecedoras en la orilla, callabas y de tus ojos brotaban manantiales de vida horrenda, callabas, pequeña hipócrita, sin saber que el mundo te visitaba cada noche para buscar en tu boca el rastro de besos pasados, callabas, pequeña mentirosa, sin saber que el mundo conocía los caprichos almibarados de tu pecho.
Dormías suspendida de la nada, negaste las nubes que cubrían tu pecado más oculto, ¿para qué hacer de las caricias llanto?, ¿para qué negar el manto que el cielo dibujó para cubrirte?
Dulzura inconclusa, ¿en qué sitial de la noche perdiste el corazón?, ¿en qué recuerdo, en qué beso olvidado? Éramos libres, pero no sabes de vida sin cadenas, éramos libres de huir más allá, donde sin penumbras se dibuja la mañana imperecedera, éramos libres de oír a la marea en nuestro despertar, éramos libres, pero tus dedos se cristalizan en la piel esclava, en el amar encadenado y sediento, éramos la mar, éramos el aire y las estrellas, éramos todo y éramos nada, almíbar sobre océano, universo sobre la mirada ajena.
Dos días, tal vez tres, pequeña belleza inconclusa, ¿dónde dejaste morir a tu corazón?, en la mañana, en la noche, en el cielo, en el lecho que te regalaron las estrellas aquella noche olvidada de noviembre. Callabas, pequeña corola enardecida, callabas las verdades más etéreas, callabas los alientos, callabas la caricias, callabas los besos inocentes.
Dejaste morir a la orilla del más furioso caudal, cada lágrima deliciosa, ¡pecado inolvidable!, ¿de qué derecho te ungió la serena Diosa para voltear la mirada?, ¡cállate ya!, ahora sólo se oirá mi voz, nada más, ni el mar que te dibujé, ni la marea que canté vencida a tus pies, nada más se oirá, sólo mi voz muda y vehemente, tan sólo mi silencio furioso.
Pequeña belleza dormida y fría, ya no son tus pies altares de suavidad salina, si he de beber tu sangre frente al cielo ennegrecido, que sea ese mi destino de locura inimaginable, si he de caer como bestia sobre tu piel amarga de anhelos oscuros, sea mi destino inevitable. Mil voces cantarán mi victoria, pequeña musa de sombras ignotas, mil banderas oscurecidas guiarán tu triste caída.
¿Dónde sembraste rencores refulgentes y amarillos?, ¿fue en mi corazón o en mi memoria?, ¿fue en el inminente torrente de mi poesía herida?
¡Oh!, fructífero ¿verdad?...no. Sólo que a veces ustedes mismos me inspiran a hacer cosas grandes o pequeñas, a escribir en la luz o en la oscuridad. Sí, está bastante crudo lo que escribí, al menos a mí me parece así porque generalmente busco mucho los idilios. Bueno les presento mi lado "B", no es más "B" que otros lados "B" que habrán visto por ahí, pero es igualmente "B".
Saludos para todos, la verdad esto del lado "B" me agota un poco. Igualmente es bueno recordar a familiar y a familia, a mi mamita bella, a los niños de la casa que nunca me visitan, quizás si los pelara se pasarían en mi blog, a Laurita que parece que se la tragó la tierra o el mar, a la negris, a Alex (is) que debe estar en termodinámica, a Vex que debe estar estudiando algo de eso que estudian los médicos, a Yerko y Camayo, a Finta. A la Sally. No sé quién se me escapa. ¡Ah! la Pauli.
Eso, gracias por los comentartios y que sean muchos y que sean, además, comentarios "B".
Los quiero.

Sí, he estado medio callado, no por falta de vivencias, sino, básicamente, por falta de ganas de compartirlas.

Días intensos, demasiado.
Poco a poco me voy sintiendo menos capaz de escribir.
La luna no está conmigo, lo peor es que se quedará lejos de mí, al menos hasta que podamos hablar. Recordar el pasado me alegra, me inspira, me llena de sensaciones. Pero no es sano seguir pensando en ello. No me escapo mucho del viejo que leía novelas de amor, saboreando recuerdos, patético colega, patético hermano de armas, patético retrato de mi propia figura en la hostilidad invisible. Éramos culpables, lo sabíamos y callábamos, éramos culpables, pero eso no importaba. ¿Cuántas lunas nos vieron caer en el silencio y la negación?, ¿cuántas lunas nos vieron condenados por ser fieles a la inocencia?
Lloraban los campos lejanos, las voces eran una sola, las caricias estaban perdidas en el silencio. Nada era como ayer, nada seguía la ruta que juntos trazamos con pétalos de ensueño. Éramos culpables de amar la inocencia. ¡Cállate!, que no haya motivos en la penumbra, ¡cállate!, ¿no es tu culpa que las caricias se transformaran en lágrimas?
Había olvidado que la poesía sólo dibuja lunas de sangre y mansiones ignotas. Había olvidado tu nombre, había olvidado que más allá de los sueños se erigen tus reinos abismales y fríos, tus dominios amarillos y rojos, donde el llanto es la pincelada, la obra maestra.
Pequeña hermosura inconclusa, ¿dónde perdiste el corazón?
Pequeña rosa de carbón y noche, ¿dónde perdí tu mirada?, ¿en qué abrazo, en que caricia, en que aliento?
Tus dedos son estrellas, agujas de luz eterna que atraviesan el corazón de los océanos, ¡no lo mereces!, eres llaga en la apacible noche, eres el centro de la galaxia ensangrentada, ¿y quién escucha mis ruegos?, sólo tú, en el centro de la galaxia muerta.
¡Oh, pobre de aquél, pobre de aquél! ¿Por qué lloran las azucenas?, ¿por qué no buscan en el corazón de la tierra la estrella que en silencio desterró para siempre?
¡Oh, pobre de aquél, pobre de su sangre! ¿Por qué busca la estrella que las azucenas no pudieron encontrar?
Hay un haz de mi poesía en la frontera de su cuerpo, hay un verso desterrado al olvido que duerme en su boca, hay un pétalo en sus mejillas que la visita en el rubor, hay un beso de mi boca que cayó sobre su vientre, hay un beso de mis versos que cayó sobre su pecho.
¿Dónde dejamos el ayer?, lo sé. Dormido en la maldita inocencia, dormido en la galaxia muerta, dormido en las lágrimas ajenas.
Saludos para mi familia y para familiar, para mi mamita, para mono y la Andrea, para los wiines en general, a Yerko y Kamayín, para musculín que nunca me visita, para Vex y para Alex (is), gran tarde la del sábado, para la Laurita que desapareció (¡regresa!). Para la Sally que a veces me habla, para la Pauli que me ha vuelto a sonreír, para la Ceci, que se olvida de mí cada cierto tiempo. Saludos a la Coté que me debe una conversación muy larga, no creas que no te quiero.
Gracias por los comentarios que han dejado, gracias por los que dejarán, gracias por apoyarme y gracias por la alegría que me dan.
Me despido.
Hasta luego.

Vivo sin inspiración sana.
No sé si han escuchado una canción muy vieja de Pedro Infante, “Senderito de Amor”, es una canción popular, bastante simple, pero de mucho sentimiento. Me siento como el protagonista de esta canción. A veces creo tener la solución, pero ella siempre se esfuma, es así. Así la quiero, pero mi aceptación no implica que no me cause cierto sufrimiento.

Me siento como un viejo, como un viejo de aquellos que se sienta a revisar las fotos del pasado y que, ya habiendo vivido, sólo recuerda y sonríe. Lo raro y lo angustiante es que yo no sonrío.

Ella se esfuma, es mi presente sombrío, le gusta serlo. Es dulcemente pretensiosa, muy pretensiosa. No sé que tiene. Preferiría retomar mi pasado, aunque le moleste, pero ella es la luna que hoy necesito ver. Aún recuerdo momentos en que ella era sólo una comparsa de belleza artesana. En que ella significaba el más cruel de los pecados. Ansío, aunque sólo quizás le moleste, volver a mi ayer.

¿Recuerdas cuando éramos felices morenita bella? Y pensar que siendo de carácter fuerte, nunca te enojaste conmigo. ¿Ves que soy bueno?, ¡demasiado!, me dijo ella. ¿Lo crees negrita?, ¡demasiado bueno! No sé si tomarlo como un alago o como la evidencia que me faltaba para creer que ella piensa que soy tarado. Quedan sólo cuatro años. ¿Te acuerdas?

Es dulcemente pretensiosa, demasiado tal vez. Es como la…como la niebla. Me abraza, me besa, me entrega la mirada más bella (del presente), pero siempre con esa sensación de inmaterialidad.

Era hermoso estar contigo, mi trigueñita linda (no te gustaba que te dijera así), era hermoso realmente. Si no hubiese cometido tantos errores. Tú me enseñaste la palabra “bello”. Antes de conocerte mi lenguaje tosco sólo concebía el “bonito”. Era hermoso tocar tus dedos, sentir que me querías, buscar tu mirada entre aquellos extraños y dormir en ella, en la calidez y la complicidad. Eso jamás volverá, amo tu orgullo, no podría quitártelo.

Es muy bella, lo sabe, lo disfruta, disfruta sabiendo que lo creo así. Ella es muy pretensiosa, lo sabe y le gusta. Ella es como la niebla, como la lluvia, ella es como la luna nueva.

Era bello soñar contigo, te recordaba muy bien. Era bello hacerte poesía, imaginar lo que sentías cuando, desde la cabeza de Arauco, hacía volar versos a tus dedos, hacía volar dibujos y sueños de niño. Era hermoso oír tu voz, tu esperanza. Te quiero mucho.

Ella siempre ha sido libre, sabe lo que provoca. Sabe que los celos son dulces, son su placer más oscuro. Ella sabe que puede separar el cielo del mar con una palabra.

Así es mi triste presente morenita, enamorado de tu pelo, de tus labios, de tu esencia.

Así es mi presente mi trigueñita linda, enamorado de tus dedos, de tus ojos, de tu voz de miel.

Así es mi presente, lejana esperanza, enamorado de tus gestos, de tu filosofía, de tu natural hermosura.

Así es mi presente, niebla pretensiosa. Enamorado de lo que significas.


Saludos a mi familia, a familiar y a mi mamita, a los niños que viven conmigo, que nunca me visitan, pronto los pelaré por este medio, a la negrita que para variar también sale esta vez (no te asustes), a Laurita que ojalá haya podido entrar a la casa. Saludos también a mis amigos, al Alex(is), que no me llegó la beca ese día, lo siento de verdad, al Diego, que pronto vendrá a Conce, a Yerko, pronto venceremos la separatidad, jajaja...a finta, que es otro que nunca me visita, pero que con sus amagues deleita a todos aquellos que gustan de los dribleos...a lelec, que me tiene que dejar un post cuando pase por aquí, a la Coté que ojalá no se enoje...aunque el ofendido debería ser yo, nunca pensé que me sentiría tan rata, ¡quiero un poco de ese vil y asqueroso dinero!...saludos a la Sally también.


Mis especiales saludos son para la Pauli, que está de cumpleaños mañana...ahora te dibujo más real tal vez...inserta en mi mundo pagano. Amo tu orgullo, no podría quitártelo.


Eso...sólo buenos comentarios...sé donde viven, así que no intenten nada...jajaja.

Lo que sea será bienvenido...
La canción la pueden escuchar aquí en mi blog, pero deben esperar que cargue. Gracias por la pacienciencia...para los que no cachen es después de los videos. Play...y a esperar!!