Amor:


La noche es joven y me urge cantarte, hacerte vivir en mis palabras como viva estás en mi pecho...amor, dulce mía, he de alabarte, fiel.


La noche avanza lentamente y a pesar de la dolorosa distancia, te siento aquí...siento el calor bendito de tu aliento dormido sobre mi pecho, siento tu voz un tanto perdida en el cansancio propio de una jornada tuya...estás conmigo, colmándome de amor...estás conmigo.

El amor jamás significó para mí tanto como ahora, no lo despreciaba, lo sufrí mil veces, pero ¡cuán equivocado estaba! Ahora caigo en cuenta de que muy probablemente (para no hablar en términos absolutos) jamás conocí, hasta ahora, el amor.

Tarde especial, siento que podría abrazarte una vida entera y aún así estaría sediento de tu aroma bendito, de tu cuerpo ajustado al mío, en esa dulce embriaguez de estar a tu lado.


Si tan sólo fuese como el céfiro dormido que habita tu piel,
si tan sólo me amaras como siempre me has amado
y como siempre me amarás,
sería mi ser tan puro y entero como lo es.

Mujer, esencia,
mujer, conjugada,
mujer, pura,
mujer...mía.

Cuando en medio de la fría noche sideral,
mis dedos golpean la brisa
que libera la amalgama destronada de las nebulosas,
veo en el centro del universo tu ojos de miel
y duermo,
en ellos,
en ti,
en tu gloria
y tu triunfal esencia.

Te Amo,
como ama a la montaña la calidez de la mañana,
Te Amo con el corazón vertido y conjugado,
Te Amo como ama la vida a los amantes,
como ama el suspiro a la soledad,
como ama el silencio a la quietud.

No quiero más ausencia, no quiero más ausencia, te quiero conmigo para toda la vida...desde hoy y para siempre...


Te Amo María de los Ángeles...

Disculpe lo poco...la inspiración ya no cabe en el blog, sino en lo íntimo y lo personal...TE AMO.