Una Pequeña Vida Juntos


No es fácil (para el común de la gente) mantener una relación de siete meses sin percances mayores que la maña de un Mañío como yo o las de una niña que sabe que la amo con todo mi ser y se deja llevar por su protagonismo infinito en mi vida. Nada que reprocharte María de los Ángeles, esta pequeña vida juntos ha sido más que eso y lo sabes, aunque nadie más lo entienda. Nuestro amor nunca fue de los comunes y corrientes, nunca se ha dejado mermar por las circunstancias, tampoco por los miedos que ambos tuvimos y siempre seguiremos teniendo. Sabemos que no existen los amores cobardes, que no existe la verdadera felicidad en medio de la flaca desidia de los temores que superan el alma de aquellos que buscan en el cielo las respuestas que sólo existen en el corazón. Sin miedos no habría valentía y sin ella el amor cae en el sopor propio de la ceguera de quien niega que en la dulce realidad cada momento puede desatar una lágrima poderosa y precisa.

Eres la calma de mis días, la alegría de mis noches, la quietud que iza mi corazón hasta las alturas inimaginables de tu paraíso. Eres mi vida entera, la gloriosa magnitud que el amor no ha alcanzado en la prosa del literato ni el la lírica furiosa de los poetas. Tú María de los Ángeles, mujer de semblante dulce, de mirada quieta y cristalina, de sonrisa estelar...Tú María de los Ángeles, eres el amor de mi vida.

Quisiera poder sentirte, beber de tu presencia, de tu aire delicioso, quisiera poder tocar tus dedos en la oscuridad absoluta, detener la vida en la ternura de tus besos, vivir, vivir eternamente enamorado, eternamente tuyo, eternamente tuyo.

La noche avanza, pero sin ti no existe la calma que busca mi pecho...

El tiempo avanza, pero sin ti no existe el silencio que busca mi corazón...

La vida avanza, pero sin ti no existe la dulzura que buscan mis labios...

¿Dónde vive la luna cuando no puedo besarla ungida en tu vientre?, el sidéreo te bebe noche a noche y yo en él me regocijo, con el reflejo magnífico de tus párpados silentes...huyes, huyes de mí esta noche, como huye también la violenta magnitud de los cielos perpetuos. Imperiosa, victoria de los valles, ¿dónde duerme la gloria de los mares que bañan tus pies?, beberla quisiera, para dormir ebrio de ti, para besar una vez más tus pies, para decirte una vez más que eres el amor de mi vida.

Duermes...ahora duermes, yo te canto como bestia hambrienta, como quimera desatada y atormentada, porque te amo y tu ausencia mata, porque en esta pequeña vida juntos nunca dejaré de necesitarte.

Te Amo María de los Ángeles...Felices Siete Meses Juntos...